En el bando de Aliados de Netflix, valga la expresión para ambientar, la ficción europea que está enseñando músculo al mundo gracias a las plataformas en streaming, sólo necesitaban una oportunidad y otras vías para poder acceder al espectador, porta la bandera francesa a los salones del respetable con esta producción original y realmente atractiva. Los vencidos está ambientada, ya la premisa tiene mucho ganado por su interés y originalidad, en un Berlín desolado justo después de la Segunda Guerra Mundial, en los primeros días de posguerra, centrada la trama en un grupo muy variopinto, casi demencial, de personas que ocupan el difícil papel de ser la policía de una comisaría de la capital alemana (ni siquiera se les permite portar armas a los autóctonos), con el refuerzo de un instructor estadounidense que, además de realizar su trabajo como puede, con todas las trabas del mundo, tiene el interés personal de localizar a su hermano desaparecido. Poco después de aparecer en escena el policía y empezar a hacer muy buen equipo con la mujer que está al mando por parte alemana, comienzan a investigar una serie de asesinatos desperdigados por toda la ciudad y con ciertos patrones comunes; con ello tenemos el escenario servido…
La producción, algo irregular en ejecución en algunos capítulos, posee una ambientación más que notable, y destila curioso interés por los cuatro costados el hecho de ver los distintos barrios (pertenecientes a 4 facciones distintas) intentando resurgir de sus cenizas, el estado de ánimo de las distintas clases sociales, cómo los Aliados se reparten el territorio y cómo se llevan entre ellos (magistral eterna la Guerra Fría entre estadounidenses y los herméticos rusos y sus particulares maneras de proceder, enemigos ancestrales a pesar de encontrarse en el mismo bando), y de cómo en todos sitios, si hay luces existen sombras colaterales, especialmente cuando la zona tiene muchos cascotes.
Se trata de una delicatessen en formato de fascinante thriller que pierde algo cuando intenta abrazar al gran público y se torna imprescindible y adictivo cuando recuerda su verdadera identidad. Aprovecho para recomendar al respetable la magistral película “Vencedores o vencidos” (1961, Stanley Kramer), con Spencer Tracy, Burt Lancaster o el oscarizado por este papel Maximilian Schell entre el gigantesco reparto, del que todo lo que se respira en esta serie bebe sin duda.
Los rincones de un entristecido pero digno y misterioso Berlin en ruinas que debe mirar hacia su propio futuro con los fantasmas aún más que presentes nos llevarán por la vía del crimen y el género policial a querer saber más de cada personaje y a interesarnos de manera adictiva por sus futuros entrelazados. No se la pierdan.