El tiempo pasa ligero, sino que se lo digan a los feriantes. Ellos han visto pasar la Feria de Ceuta a velocidad de crucero. No obstante, se quedan con lo bueno, que ha merecido la pena que estas fiestas llegaran después de dos años de ausencia a causa de la pandemia de la Covid-19. Las ganas han llegado multiplicadas por dos y esos ánimos no decaen, pese a que se esté en el penúltimo día.
Para FaroTV, la sexta jornada sirve de punto y final para su tour por las casetas. Estos seis días han servido de ejemplo y para demostrar que nuestros ceutíes y todo aquel que se ha querido pasar por la ciudad, proveniente de otro lugar de la Península y fuera de esta, han disfrutado de lo lindo. Los hay quienes han acudido religiosamente desde el pasado sábado de encendido del alumbrado hasta los que este ha sido su primera vez. Cada uno decide, así como los que se quedan con ganas de más y otros que han preferido poner ya el broche de oro.
Los trajes de flamenca han abundado más que otra jornada. Lisos, de lunares y una amplia gama de colores que van desde el blanco hasta el rojo y pasando por el amarillo o azul. Las caballas han optado por lucir esta vestimenta para derrochar arte al son de sevillanas. Las hay quienes se han atrevido a bailarla, otras han aprendido y algunas han improvisado junto a los acompañantes. Eso sí, las risas han estado más que aseguradas.
La cámara de FaroTV ha grabado todo lo que ha tenido a su alcance y no ha dejado nada atrás. Esta se ha metido hasta en las cocinas para ver cómo trabajan a fondo sus cocineros, pero igualmente ha puesto el micro en los comensales, los encargados de decir el último alegato de cómo han estado estos platos. “Todo esta muy bueno”, es lo que se ha expreado de manera general. Así ha sido como este medio local ha estado en esta Feria, una cita entrañable, cercana y con mucho color. Ahora, todos ponen la vista en la del 2023. La cuenta atrás vuelve a su inicio y solo queda tachar días en el calendario.
Si esta noche ha habido una caseta que estaba solicitada, esta ha sido Los Peregrinos. Muchos han esperado a las puertas para coger una mesa. La explicación está en las cocinas, donde se maneja una maquinaria a la perfección que se dedica a elaborar exquisitos platos tradicionales. “Lo que más sacamos es la pringá, pero también nos demandan los calamares, el cazón, choco y los pinchitos”. Alimentos con los que, solo de pensarlo, la boca se hace agua. Asimismo, cabe destacar que el dinero que se recauda va destinado a ayudar a los jóvenes a realizar peregrinaciones que el papa convoca en diferentes lugares. El próximo destino será en Lisboa.
Y si tiene algo la Feria de Ceuta es su mezcla de culturas y gastronomía. Lo mismo te puedes tomar una jarra de rebujito acompañado de unas tortillitas de camarones, que igual puedes degustar comida moruna. Por ejemplo, la kefta. Este plato se convierte en uno de los “más solicitado” en la caseta de El Cairo, ha comentado uno de sus cocineros mientras elabora estas carnes a la brasa. De igual modo, en la zona de cocina se puede apreciar como preparan pizzas caseras. “Este es otro de los productos que nos piden, parece que hasta en la Feria tiene aceptación”, ha explicado la cocinera. El éxito lo tienen asegurado.
Desde el año 1997, esta caseta no falta a la Feria de Ceuta. Es cierto que los años han pasado factura y a la vista queda que antes eran dos módulos y en la actualidad se reduce a uno. De todos modos, sus encargados siguen al pie del cañón, no desisten, sino que apuestan por no faltar a ninguna edición. “Antes éramos más socios, pero los hay que ya no están entre nosotros y otros que se han ido. Ya quedamos pocos”, ha afirmado Mustafa. Pese a ello, sus parrillas siguen encendidas, muestra de que quedan comensales que apuestan por este lugar para saborear sus manjares. La clientela pasa a cuentagotas, “pero al menos podemos hacer frente a los gastos que tenemos”.
Manda la tradición que, después de una noche de feria, lo típico es comer churros con chocolate para irse a la cama con el estómago lleno. Esta costumbre perdura en la tiempo y sino que se lo digan a La Perla. Este establecimiento, fiel a la Feria de Ceuta, ofrece distintas variedades de este manjar. Los hay rellenos, así como otros en forma de lazos y con chocolate. “Tenemos que decir que este año no estamos teniendo tanta clientela, pero tampoco nos podemos quejar”, ha comentado uno de los encargados, quien ha añadido que “son más de 40 años los que llevamos al frente de La Perla”. Los ánimos no decaen, puesto que ya tienen el ojo en el próximo destino: la Feria de Málaga.
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