El organismo autónomo Servicios Tributarios de Ceuta (Oastce) está terminando la fase de pruebas de la inclusión de códigos QR en sus cartas de pago para facilitar el pago de los mismos a la ciudadanía con tarjeta bancaria (o Bizum en el momento en el que se implante también) a través de un teléfono móvil o una tableta.
Mediante la inserción de la evolución del tradicional de barras, el contribuyente puede pagar directamente su deuda con solo capturar la imagen que aparece en el documento.
El usuario únicamente tiene que tener instalado en su dispositivo un lector de códigos QR de cualquiera de los disponibles en las tiendas de aplicaciones, la mayoría gratuitas.
Conseguirlo es tan fácil como buscar ‘lector QR’ o ‘lector Bidi’ en las tiendas ‘Play Store’ de los aparatos electrónicos inteligentes con sistema operativo Android, Apple Store de los Macintosh o Microsoft Store (si el que se está utilizando es Windows).
Una vez instalado y leído el código con el lector de QR, el aparato lleva directamente a la ventanilla virtual de Servicios Tributarios, en la que ya aparece automáticamente relleno el texto numérico con 42 caracteres que de otra forma habría que completar manualmente.
El ciudadano podrá ver el importe de la deuda, la referencia y el identificador y seleccionar la vía de pago telemático.
El código QR se incluirá en la parte inferior de las cartas de pago del organismo autónomo, al lado del de barras dirigido a las entidades financieras para quienes prefieran esa fórmula a la hora de proceder al abono requerido.
El Pleno de la Asamblea aprobó a finales de febrero incorporar la aplicación Bizum como otra manera de facilitar a la ciudadanía el pago de “tributos o cualquier otra transacción económica hacia la Ciudad Autónoma en general, Servicios Tributarios o cualquier otra entidad municipal”.
Sistemas de abono con “mayor seguridad” y sin metálico
Servicios Tributarios cuenta actualmente con quince cajeros automáticos propios que ha ido renovando según se han ido considerando obsoletos (los últimos cinco ya habían agotado su vida útil). En ese proceso se ha ido caminando también hacia sistemas de pago “con mayor seguridad” para, al mismo tiempo, “evitar en la medida de posible” a los ciudadanos “los inconvenientes que el manejo de dinero en metálico ocasiona”.
El organismo autónomo ha asumido el “mantenimiento” de esa red de puntos de pago “que se ha ido distribuyendo por la ciudad y que paulatinamente tiene mayor aceptación debido a su proximidad y comodidad, evitando desplazamientos y molestias”. Cuatro de los cajeros están ubicados en las barriadas de la periferia como el Príncipe Alfonso y San José-Hadú.