Ser padre

Ser padre es algo tan sencillo como sembrar una semillita en la barriga de mamá. Al menos, así era como nos explicaban hace tiempo la reproducción humana. También es la forma de ilustrar a un niño que pregunta prematuramente cómo viene la criatura al mundo.
Lo que quiero decir con estas palabras es que traer una vida humana es muy sencillo, lo difícil y apasionante viene después de los nueve meses de gestación. Estoy hablando de ser padre.
La figura paterna en la familia, tiempo atrás, era la de traer el sustento y la de proteger a los individuos que forman parte del núcleo familiar. Otra de sus responsabilidades era imponer el respeto y educar a futuras personas de forma decorosa. La figura materna también se encargaba de la educación en valores, con la finalidad de que los hijos se integrasen en la sociedad como hombres de provecho.
Ser padre no es un juego, ya que conlleva una obligación muy grande. Los niños necesitan atenciones, sin las cuales su desarrollo puede ralentizarse. En qué medida se satisfagan esas necesidades dependerá su desarrollo. La atención que se le dé a un hijo desde que nace, forjará la personalidad del futuro adulto.
Ser padre hoy en día es distinto que cuando nuestros abuelos. El sistema va cambiando y se van introduciendo valores, quiero pensar que para mejor. Se mira más por el derecho de los menores que el de los propios progenitores. A éstos, acostumbrados a una educación más tradicional, les cuesta adaptarse a las nuevas necesidades y enseñanzas, que son imprescindibles para la formación. Hay que superar estos escollos porque la sombra del fracaso está ahí.
Pienso que toda persona que desee tener un hijo debería hacer un examen o un test psicológico para ver cuáles son sus capacidades intelectuales. Ésto puede sonar a una barbaridad, pero si lo miran con los ojos de un padre, comprenderán que llevo un poco de razón en este pensamiento. Si a un niño no se le puede dar toda la atención que hace falta, este niño crecerá con una carencia, que puede hacer de esta persona un fracasado. Si traemos un niño al mundo y lo dejamos a merced de la calle, su vida será incierta.
Dadas las oportunidades que se van perdiendo, pienso que hay un porvenir muy difícil para nuestra juventud, quienes no tienen nada de culpa en los cambios que se están operando en la sociedad.
Sólo queda decir aquí que ser padre es muy bonito si se sabe llevar. La primera sorpresa que recibe un padre al asistir al parto de su hijo o hija, es ver como unos pequeños ojos, curiosos, van buscando en el vacío de la sala. Eso es lo que yo sentí cuando nació mi primera hija. Sus ojos vivaces fueron recorriendo toda la habitación hasta centrar su mirada en mí. Me estaba  observando como si tratase de averiguar mi carácter.
Pensé que era una niña muy delgada, y que también era un poco fea. Pero lo importante era que la quería y que formaba parte de mí. Al pasar los días, ese “saco de huesos y pellejo” se fue trasformando en una bellísima princesita, que cada vez llenaba más de alegría mi corazón. Me sentía el ser más afortunado del mundo. Todos me daban la enhorabuena por mi paternidad, y yo tan feliz.
Cómo se desarrollan mientras juegan y aprenden, y cómo van haciéndose con el lugar que les corresponde, esa es mi función como padre. En principio, nadie te dice cómo has de criar a un niño. Yo fui aprendiendo con los años, y ahora que mis hijos son lo suficientemente mayores tengo que decir que su futuro se presenta difícil. Pienso que lo que debo hacer es educarlos en valores, y que entre esos valores y el afán de superación, se dirima su futuro, y su integración en la sociedad.
Para terminar me gustaría denunciar la explotación laboral de los menores. Cuando al menor se le recluye en un lugar determinado, éste pierde lo más valioso de su vida: la inocencia. Esa inocencia jamás se podrá recuperar, ya que cada edad tiene su momento, y cuando llega su hora desaparece para no volver nunca más. Una cosa es que te sientas como un niño, y otra es que nunca te hayan dejado serlo.
Hay un dicho del Profeta Mahoma que viene a decir los siguiente: “Educad a vuestros hijos, y así no tendréis que culpar a los hombres”. Ser padre es muy sencillo, lo difícil es criar a los hijos siendo objetivos.