La asociación Septem Nostra denunciará ante la Consejería de Medio Ambiente el incumplimiento del estudio de impacto ambiental que se está llevando a cabo en las obras de traslado del vertedero de Santa Catalina.
Tras la comprobación, in situ, de los trabajos llevados a cabo, la asociación ha destacado que se está incumpliendo tanto una parte del contenido de estudio de impacto ambiental así como la autorización ambiental integrada que fue aprobada por la propia Consejería de Medio Ambiente, tal y como se determina en el anuncio publicado en el B.O.C.CE, nº 4929, de 12 de marzo del pasado año. Y esto es así porque se está rebasando notablemente la cota superior del nuevo vertedero en el barranco de las Cuevas en referencia a la rasante de la carretera de circunvalación del Monte Hacho.
Las críticas de la asociación se basan en fundamentos concretos. Y es que, señala, según se establece precisamente en ese estudio de impacto ambiental, “uno de los criterios básicos propuesto por este proyecto, ganador del concurso, fue no superar la cota de la carretera de modo que se puedan mantener integras las vistas, inmejorables, al estrecho de Gibraltar, de la gente que utiliza el paseo peatonal”. De igual modo, en el documento de autorización ambiental integrada se afirma que “la existencia del nuevo vertedero no afectará a la visibilidad desde el paseo peatonal de circunvalación del Monte Hacho”.
Comprobados los hechos Septem Nostra demuestra que en toda la zona del antiguo barranco de las Cuevas “se ha superado con creces la cota de la carretera, provocando una notable pérdida visual y un apreciable impacto paisajístico”. Es por ello que la asociación pedirá formalmente una respuesta al área de Medio Ambiente para que, de forma urgente, “se corrija esta situación, exigiendo a los responsables del proyecto el inmediato rebaje de la cota del material depositado en el barranco, de manera que se respete lo indicado tanto en el estudio de impacto ambiental como en la autorización ambiental integrada”.
Traslado de residuos
Septem Nostra alega que los residuos que superan la cota podrían trasladarse a un vertedero autorizado y urge a que, sencillamente, se recupere la visión que se había especificado que se iba a tener al paso por la curva del Monte Hacho.
Teme la asociación que ahora, con las obras de sellado que se llevarán a cabo en los próximos días, el nivel sea aún mayor, con lo que, calibran, la visión que se tendrá será de un muro. A esto añaden el daño que, según la asociación, se ha provocado en una vaguada, como la del barranco de las Cuevas, que ha quedado convertida en un nuevo vertedero.
Al margen de esta crítica la asociación también ha constatado, a pie de obra, la emisión de olores que está generando el traslado de residuos. Si bien es cierto que sobre este asunto ya se pronunció la Ciudad comprometiéndose a que, pasada la primera quincena del mes, y llevado a cabo el cierre del vertedero, no vuelva a haber estas emisiones.
El impacto visual, muy afectado
Sobre el terreno Septem Nostra ha constatado que ya, sin haberse practicado el sellado, se ha provocado una “grave pérdida visual en toda la curva que ocupa la zona al que se han trasladado parte de los residuos del vertedero de Santa Catalina” provocando un notable “impacto paisajístico. Se ha creado un muro de más de un metro de altura que impide la visión hacia el mar y que seguramente será todavía más alto una vez que se deposita la tierra que cerrará el sellado. Al final quedará una colina que hará perder completamente la visión”, denuncian.