La asociación ecologista solicitará información sobre los permisos necesarios de Medio Ambiente y Defensa al actuar en un monte declarado de Utilidad Pública.
La asociación ecologista Septem Nostra señaló ayer un nuevo desbroce de “fuerte impacto visual” realizado en el Monte Hacho en la zona situada sobre la barriada del Sarchal. La asociación solicitará información de una obra de la que desconocen si su promotor es público o privado para conocer si cuenta con los permisos necesarios de la Consejería de Medio Ambiente y del Ministerio de Defensa.
El presidente de Septem Nostra, José Manuel Pérez Rivera, recordó que el emblemático monte ceutí está bajo el paraguas de la Ley 43/2003 recogido en la figura de protección de Monte de Utilidad Pública. En el artículo 40 del cuerpo legislativo se recoge que “el cambio de uso forestal de un monte cuando no venga motivado por razones de interés general, tendrá carácter excepcional y requerirá informe favorable del órgano forestal competente y, en su caso, del titular del monte”. Esto implicaría la obligatoriedad de un permiso por parte de la Consejería de Medio Ambiente que desconocen si se ha solicitado.
La actuación implicaría igualmente el visto bueno del Ministerio de Defensa. Tras ser consultada la titularidad de los montes de Benzú y el Hacho por la asociación ecologista en una carta remitida al Ministerio de Medio Ambiente, la respuesta confirmó que “cualquier acción que los afecte deberá contar con un informe favorable del Ministerio de Defensa”.
Pérez Rivera tiene previsto solicitar igualmente que se haga una adecuada rehabilitación: “Primero la obra debería haberse hecho con el mínimo impacto posible y, una vez que se complete, se debe hacer una restauración adecuada de la zona”. El presidente de la asociación ecologista aseguró que muchos ciudadanos se habían puesto en contacto con la asociación al encontrarse “en una zona muy visible” donde se ha realizado un “impacto paisajístico” muy evidente.
El parcheado de tierra que ahora se puede ver en el Hacho extiende la marca que el verano pasado dejó Invercap siguiendo órdenes de la Consejería de Fomento. Esa actuación, que supuso un desbroce mayor, se realizó para depositar las tierras de las obras de Pasaje Fernández antes de ser analizadas por los arqueólogos que trabajaban en el yacimiento descubierto de finales de la Edad Media. La obra provocó la ira vecinal ante el temor de que riadas de barriada terminarán sobre las casas de la Circunvalación del Monte Hacho.
“El monte está muy deteriorado”
El presidente de Septem Nostra, José Manuel Pérez Rivera, apunto al “fuerte deterioro” del Monte Hacho. Además del desbroce realizado sobre la zona del Sarchal, actuación que se realiza extendiendo la señal dejada por otra obra solicitada por Fomento el año pasado, la vaguada de las Cuevas ha sido completamente deforestada para dejar paso al vaso del vertedero que contendrá los residuos del antiguo basurero de Santa Catalina y zonas de los acantilados que rebosan basura pese a los trabajos de Medio Ambiente: “Habría que tener un especial cuidado con las actuaciones que se realizan en el Hacho porque, además de encontrarse protegido por la Ley de Montes, se trata de un lugar emblemático.