Tres horas y media. Este fue el tiempo que tuvo que esperar un vecino de Ceuta en el área de
Urgencias del
Hospital Universitario antes de marcharse a casa
sin ser atendido, a pesar de haber manifestado
dificultades para respirar como consecuencia de una crisis debido a la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) que padece. El hombre
de 70 años cuenta que esto le ocurrió el pasado viernes cuando tuvo que regresar de emergencia desde
Marruecos porque no se encontraba bien. Sobre las seis y las siete logró llegar al Hospital, donde asegura que informó sobre su condición, además de explicar que sentía que se estaba asfixiando. “La saturación en sangre la tenía muy baja”, relata el afectado que en casa tiene una máquina que le ayuda a sobrellevar el padecimiento en su vida diaria. Junto a su esposa había decidido pasar el fin de semana en Marruecos, pero les era imposible llevarse con ellos el aparato, no solo por el tamaño y el peso, sino también ante la imposibilidad de poder gestionar los permisos necesarios para el traslado. Confiados en que no pasaría nada emprendieron un viaje que debieron interrumpir el mismo día pues el hombre comenzó a sentir que le faltaba el aire. Ante la preocupación y para no correr más riesgos, tomaron un taxi desde la frontera hasta el Hospital Universitario, donde a pesar de haber manifestado lo que le estaba ocurriendo asegura que vio pasar delante de él a pacientes que habían llegando incluso después. “Sentía que me asfixiaba y no me atendían”, afirma el hombre. Molestos por las preguntas sin respuestas concretas, él y su esposa decidieron que no podían seguir esperando. Transcurridas tres horas y media se fueron a casa y al conectarse a la máquina sintió que su condición mejoraba. A pesar de encontrarse mejor, todavía no sale de su asombro por lo ocurrido y la indignación se mantiene.