Richard Yung y Claudine Lepage, dos de los cuatro senadores elegidos en las urnas por los franceses que residen en el extranjero, hicieron bueno ayer el mensaje, reiterado durante los últimos años, de que las soluciones a la inmigración irregular y sus consecuencias pasan casi por obligación por la cooperación europea.
Francia, uno de los países en los que los inmigrantes que pasan por Ceuta reconocen que persiguen establecerse, debate desde hace meses fórmulas para ordenar el tránsito e integración de extranjeros en su territorio, más aún desde que el ascenso del ultraderechista Frente Nacional que abandera Marine Le Pen, vencedora en los últimos comicios europeos, haya hecho saltar la alarma sobre el peligroso ascenso de las vías más extremistas.
El debate ha entrado de lleno en el Senado francés, y tanto Yung como Lepage buscaron ayer en Ceuta, frontera sur de la UE, información y datos para moldear sus proyectos sobre asilo, acogida de inmigrantes y cooperación con Marruecos. Acompañados por la cónsul general de su país en Sevilla, Veronique Juricic, se entrevistaron a primera hora de la mañana con el delegado del Gobierno, Francisco Antonio González, antes de recorrer el CETI y visitar la frontera. A escasos metros, el campamento sirio de la Plaza de los Reyes, de cuya primer asentamiento, hace meses, salieron hacia la península varios peticionarios de asilo que acabaron luego desalojados de un parque de París.