Lo que el año pasado se había convertido en una de las principales novedades de la salida procesional del Nazareno y de la Virgen de la Esperanza para este año, como ya habíamos venido comentando, ya se había instalado como una norma por parte de la Junta de Gobierno. En la edición de 2018 se decidió por parte de la Junta de Gobierno que la salida de los pasos desde la Parroquia de Nuestra Señora de África fuera de día y no a partir de las 20,30, de manera que el Encuentro se hacía ya de noche. Todavía con la claridad en el cielo
se volvieron a encontrar la Virgen de la Esperanza y el Nazareno.
Tal y como estaba previsto, a las 19.30 horas salía de la Parroquia de Nuestra Señora de África la cruz de guía de la Hermandad y el paso del Nazareno. En esta ocasión, tanto el Cristo como la Virgen volvían también a la tradición. Si el año pasado, como consecuencia de las obras que ya se estaban haciendo en Gran Vía y la obligatoriedad de seguir, después del Encuentro, por el Paseo de las Palmeras, se invirtió el sentido de la colocación de los pasos para ese cara a cara entre Madre e Hijo, para este año no hacía falta. El Nazareno llegó por donde siempre, mirando hacia la dársena del Puerto y la Virgen de la Esperanza, tras salir por el arco de la Iglesia dobló hacia Edrissis y Pepe Serón enfilando la pequeña subido del ‘Sin nombre’ para atisbar ya a su Hijo. El paso avanza con la mirada de la Virgen clavada en la Bahía Sur.
Mientras que los pasos van dirigéndose hacia el centro de la calle, donde este año se ha establecido el lugar exacto de ese cara a cara entre las dos imágenes, miles de personas se van dando cita en los alrededores de la Plaza de África y el inicio de la
Gran Vía ya renovada totalmente. Los pivotes situados a ambos lados del lateral del Ayuntamiento y la Plaza de África marcan el lugar por donde transcurren los dos tronos. Mientras tanto, cuando ya los dos capataces casi se rozan, cuando los dos frontales de ambos pasos están a escasos centímetros, suena el ‘Novio de la Muerte’. Es consustancial con esta Cofradía. Es consustancial con esta Hermandad. El Nazareno y la Esperanza no se entienden sin la Legión y La Legión no se entiende sin el Nazareno y la Esperanza.
Luego, como ha sucedido toda la vida, el paso del Nazareno vira hacia la Avenida Alcalde Sánchez Prado y comenzó la carrera oficial. Con puntualidad, cumpliendo con lo establecido, cuando pasaban quince minutos de las nueve era cuando la Cruz de Guía entraba en la remozada Gran Vía.
Y todas esas miles de personas siguieron después por distintas calles del centro el paso nuevamente de la Cofradía que volvió a vivir otro instante de fervor cofrade a su paso por la calle Velarde, donde se encuentra la Casa de Hermandad. El segundo lugar donde el piquete de la Legión que rindió honores interpretó nuevamente el ‘Novio de la muerte’.
Una Cofradía que logra que los ceutíes y quienes nos visitan establezcan un nexo de unión con unos sentimientos cofradieros que se han ido marcando a través del paso de los años y de los lustros.