Le queda mucho trabajo al titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Ceuta, que es el que va a entender de los sucesos relacionados con la detención la madrugada del lunes al martes pasados de seis ceutíes, tres adultos y tres menores de edad, como presuntos autores de amenazas, agresiones y robos con violencia a niños y adolescentes extranjeros no acompañados (MENA) en la zona portuaria. Ayer, tras escucharles por primera vez, acordó dejar en libertad sin fiana a todos investigados por coacciones y lesiones, delitos a los que no se descarta sumar también, en función de la evolución de la investigación y las pruebas que puedan aportarse, la comisión de robos con intimidación o violencia.
El magistrado en funciones de guardia que instruye las diligencias directamente vinculadas con los arrestos acordó, además, imponer a los tres adultos una medida cautelar de prohibición de acercarse a menos de 100 metros de la zona portuaria por esos presuntos delitos.
En alguno de los autos a los que ha tenido acceso ‘El Faro’, el juez advierte que “existen indicios bastantes” para considerar “criminalmente responsables” de delitos como los de lesiones a los investigados, que han quedado obligados a comunicar cualquier cambio de domicilio.
Mientras, según las fuentes consultadas por este periódico, habrá que ver si las múltiples denuncias registradas por las supuestas víctimas por agresiones físicas y (sobre todo) verbales o robos pueden imputarse directamente a alguna persona, dado que en la mayoría de los casos los teóricos responsables portaban cascos integrales. Incluso en el suceso de esta semana, la fuerza policial actuante habría intervenido antes de la comisión de infracciones penales.
Varios Juzgados seguirán instruyendo las denuncias que han ido recibiendo
Las versiones coinciden en que la detención de los seis varones de nacionalidad española se produjo en la avenida principal o vías inmediatamente anexas del Puerto cuando circulaban a bordo de tres motocicletas.
Sin embargo, según la testifical de al menos una parte de los encausados, su presencia en la zona nada tenía que ver con un ataque a los MENA que sobreviven en la zona. Ayer en sede judicial alegaron que en realidad se encontraban en el Polígono Virgen de África cuando decidieron ir a pasar el rato al Mirador de Isabel II y que, para repostar combustible, se dirigieron a la gasolinera abierta de noche en Cañonero Dato.
En ese momento, relataron, se encontraron un grupo de jóvenes migrantes “con palos y piedras” que les hizo desviarse hacia una calle portuaria lateral en la que se habrían topado con funcionaros de una patrulla de la Policía Nacional que les dio el alto, supuestamente incluso golpeó y acabó deteniendo.
Operativo con infiltrado
La crónica policial de lo sucedido es, según las fuentes consultadas por este periódico, radicalmente distinta. De acuerdo con su versión, a la vista de las múltiples denuncias de distintos MENA recibidas a lo largo del último mes (alrededor de media docena) como supuestas víctimas de agresiones físicas y verbales y robos la Jefatura Superior acordó desplegar un operativo con un agente infiltrado entre los menores y un ‘zeta’ de apoyo.
El primer funcionario habría intervenido al ver a las tres motocicletas dirigirse contra los jóvenes extranjeros, antes de que llegasen sus ocupantes a agredirles o cometer otro ilícito. En ese momento se logró apresar a los cuatro ceutíes que iban en dos de las motos e identificar a los que viajaban en la tercera, que fue interceptada poco después.
Los adultos detenidos no podrán acercarse a menos de cien metros del Puerto
Fuentes judiciales avanzaron ayer que no habrá unificación de las denuncias en una sola causa al menos de momento y que los distintos Juzgados que han recibido las denuncias realizadas por los menores migrantes seguirán instruyendo sus respectivas diligencias contando también con los testimonios aportados hasta determinar si se puede o no imputar su comisión a los arrestados a pesar del uso de cascos, lo que dificultaría su identificación.
Esta no es la primera vez que los menores del Puerto denuncian, con el apoyo de personal del Proyecto de Prevención de la Delincuencia de Menores o entidades como ‘Maakum’ que los MENA sufren agresiones o extorsiones de todo tipo, tanto a manos de población local (el primer requerimiento de investigación de la Fiscalía a la Policía data de enero) como de otros grupos más o menos organizados de adultos para obtener dinero o que cometan delitos.
Vaya tela!
Si se publicaran las fechorías diarias de los MENA tendríamos las noticias dedicadas a ellos.