“Si se sigue insonorizando se podría paralizar el HUCE”

• Pérez Padilla establece que están llegando a un punto crítico y que si panelan los equipos de refrigeración se podría caer el sistema, afectando a zonas críticas

El Ingesa está preocupado por la situación de la labor de insonorización del sistema de refrigeración del Hospital Universitario. Una polémica que ya lleva muchos años y que todavía no ha encontrado una solución definitiva a este respecto. El director territorial del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria, Fernando Pérez Padilla, tiene muy claro que los vecinos de la promoción de las 170 viviendas que se ven afectados por esta situación, aunque reconoce que no son todos, tienen el derecho a gozar de una calidad de vida en el interior de sus viviendas. Apunta, desde luego, que el Ingesa ha cumplido con su obligación, pero que ahora queda la otra parte, en referencia a la Ciudad Autónoma, que debe actuar tal y como se comprometió en su día en la reunión que existió en la Delegación del Gobierno.

Y es que reconoce el mismo Pérez Padilla que ahora mismo les quedaría una pequeña fase por acometer y que ello reduciría los cinco decibelios nocturnos que ahora mismo aún les quedan para cumplir con el límite que establece la legislación, El director territorial certifica que una empresa ha realizado las medidas y que de día se encuentran justo en el límite de la legislación, pero que por la noche siguen superando esa frontera por cinco decibelios.

Sin embargo, apunta a que si al final se decide llegar a ese pequeña fase que aún está pendiente se producirían dos inconvenientes. El primero de ellos, que aunque consiguieran establecerse en los límites legales los vecinos no dejarían de tener ruido en sus domicilios porque a las emisiones “nuestras hay que sumarles las de la calle y les seguirá afectando. En segundo lugar, estamos en un punto crítico, donde si panelamos los equipos de refrigeración cortaríamos la misma y estamos llegando a unos umbrales en  que puede caer el sistema. Ello como es lógico repercutiría en zonas críticas como serían la UCI, partos y quirófanos. Y éso paralizaría el Hospital, siendo peor el remedio que la enfermedad”.

Defiende que ellos hicieron un planteamiento de eliminación de ruidos masivos con una empresa, que constaba de cuatro fases. Posteriormente esas cuatro fases quedaron en tres, divididas cada una de ellas en varias subfases. La primera de ellas y la segunda que equivalían a las tres primeras fases del proyecto primitivo ya se han realizado. “Las emisiones sonoras han disminuido y ahora mismo nos encontramos en los límites legales en horario diurno y superamos en cinco decibelios en horario nocturno. Es una apreciación que ha realizado una empresa y estos datos son contrarios a lo que opina la Ciudad Autónoma. Hemos vuelto a apelar porque que llevamos la razón y que no es una falta muy grave, sino en todo caso sería grave”.

De todas maneras, alega que entre administraciones “debemos cumplir con lo pactado. Nosotros estamos cumpliendo con nuestra parte y queremos que la Ciudad cumpla con la suya porque entonces en ese momento terminarán los ruidos dentro de las viviendas”.

Repite que puede ser que en un momento determinado “nosotros las emisiones de ruido las tengamos por debajo de los niveles máximos, pero ello no significa que los vecinos dentro de sus domicilios no tengan molestias, porque no sólo es el ruido del hospital sino también el ruido de la circulación. El resultado final es que la suma de todos estos ruidos, cuando se mide dentro de la casa sigan teniendo decibelios por encima de lo que marca la ley. Nuestro objetivo no tiene que ser que estemos dentro de la ley, sino que esos vecinos estén en una condiciones de habitabilidad correcta. Nosotros solos no lo podemos lograr por mucho que estemos dentro de la ley. En la reunión que tuvimos en la propia Delegación del Gobierno tenía que venir por ambas partes, sin entrar en disquisiciones sobre si la culpa es de unos o de otros”.

Los trabajos de insonorización se han realizado en tres fases

Se consultó a una empresa especializada que informó de la necesidad de realizar tres fases para la insonorización de la zona industrial. Posteriormente se contrató a la empresa que debía realizar la obra. Esta empresa informó de que iba a realizar la obra en tres fases, la primera de panalización con la colocación de pantallas de absorción acústica exteriores que ya se ha efectuado con un gasto superior a los 30.000 €, una segunda y tercera fases que se han acometido conjuntamente, colocando pantallas de absorción acústica en la sala de refrigeración y en el patio interior y elevando 1’5 metros la altura de los paneles que hay frente a las viviendas con un gasto de algo más de 49.000 €, y cuya ejecución ya ha finalizado.

Sin resolver las alegaciones

Por parte de la Ciudad Autónoma aún no se ha contestado a las alegación presentada por el Ingesa, debido al expediente abierto por contaminación acústica que generan las máquinas enfriadoras encargadas del sistema de climatización del Hospital Universitario de Ceuta. En respuesta a la propuesta de sanción, el organismo público titular del clínico de Loma Colmenar presentó un escrito de alegaciones que la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad estudia en estos momentos y en el que solicita el sobreseimiento del expediente. Este expediente castiga la presunta comisión de un incumplimiento muy grave de la Ordenanza Reguladora del Ruido, Vibraciones y Contaminación Acústica por parte de Ingesa. Una infracción que se sanciona con importes que van de un mínimo de 12.001 a un máximo de 300.000 euros, con independencia de las medidas complementarias que se puedan adoptar como son, entre otras, la revocación de la licencia municipal o la clausura definitiva o temporal del establecimiento en cuestión.

Ingesa ha expresado a la Ciudad en numerosas ocasiones su desacuerdo con los hechos imputados. Unas alegaciones en las que también apuntó a que, en su día, no se construyeron las viviendas con los parámetros adecuados en la zona acústica donde ya estaba en funcionamiento el Hospital pese a que ambas edificaciones figuraban previamente en el planteamiento urbanístico.