Se realiza la reconstrucción del incendio con dos de los detenidos

Rondaban las diez de la mañana y el garaje de la segunda fase de la urbanización ‘Parques de Ceuta’ terminaba tomado por decenas de agentes de la Policía Nacional adscritos a la UDEV y a la Científica.

Mientras, varios zetas de la Policía Local acordonaban el entorno para evitar el tránsito de personas por este punto al objeto de mantener la máxima pureza en la reconstrucción del incendio que se produjo en la madrugada del pasado 26 de marzo y que terminaría marcando un antes y un después en la oleada de siniestros incendiarios que se han ido sucediendo, con distintos picos, desde 2009. Pocos minutos después comenzaría la reconstrucción, contando ya con la presencia de la cúpula judicial del número 4 (que instruye el caso), los dos detenidos considerados como presuntos autores materiales de la quema (ambos vecinos de la calle Alfau) y sus respectivos abogados, los hermanos Jorge y Mario Gil Pacheco además de Jorge Martín Amaya. El tercero de los detenidos, el vecino de la urbanización que figura como presunto inductor de la quema, no estuvo presente ya que su papel no fue activo aquella madrugada.
Se trató así de cumplir el recorrido que se tuvo que llevar a cabo para producir la quema dentro del garaje, que dio lugar a la explosión, escapar por el interior del bloque haciendo uso de una llave, salir por el portón, escapar por un parque cercano y huir, finalmente, por unas escaleras que conducen a Villajovita. Durante una hora y media, paso por paso, todos los presentes en la reconstrucción intentaron conocer de primera mano y con la mayor fiabilidad posible lo que pasó. Sólo uno de los detenidos, el único que ha reconocido los hechos y con su declaración ha implicado a los demás, fue narrando punto por punto lo que hizo. Mientras, el otro de los arrestados, no comulgaba con dicha reconstrucción. Ambos, esposados, y vestidos con chándal y sudaderas con capucha, efectuaron todo el recorrido ante el despliegue de gran cantidad de agentes de la Policía. Se evitó en todo momento que los vecinos o cualquier otra persona que pasara por el lugar tuviera contacto con ellos, de hecho la Policía Local acordonó la zona para impedir el acceso por los lugares que se iban convirtiendo, de forma gradual, en escenarios de dicha reconstrucción.
Desde las ventanas y los comercios cercanos se asomaba gran cantidad de curiosos, sin que se registrara ningún momento de tensión ni crispación al ver a los detenidos; gesto éste que fue muy valorado por la Policía.
Unidades de la UPR estuvieron concentradas en el entorno de la barriada por si fuera necesaria su intervención y para garantizar el traslado de los detenidos tanto en su llegada como en su marcha, intentando mantener la máxima privacidad.
En la reconstrucción, que fue seguida por ‘El Faro’ manteniendo las distancias marcadas por la autoridad judicial y policial, se fueron detallando los pasos de esta historia. Desde la entrada en los garajes, hasta la salida por el portal del edificio, pasando por el camino que escogieron los autores para escapar, deteniéndose en el lugar en donde fueron encontradas algunas de las pruebas que se encuentran en poder de la Policía (el móvil, los guantes y una braga), hasta la zona por la que huyeron y que fue alcanzada por las cámaras del cuartel militar ubicado justo al lado. Grabación que sirvió, al ser clave, en la posterior identificación de los presuntos participantes en el entorno del escenario del delito.

La huida, por las escaleras hacia Villajovita

Por estas escaleras que llevan hacia Villajovita tuvieron que escapar los autores del incendio, dejando atrás algunas piezas que han sido recuperadas por la Policía, tales como un móvil (aunque sin carcasa ni batería) o unos guantes de látex. Este escenario fue el último de los recorridos por parte de la comitiva policial y judicial que ayer estuvo presente para garantizar el adecuado desarrollo de la reconstrucción. Aquí terminaría la marcha de los implicados en la causa y ahí terminó el operativo montado en torno a esta historia. En el momento de llevarse a cabo este último episodio de la reconstrucción se tuvo que cortar el tráfico por ambas vías. Tras la finalización de todo el proceso se volvió a cerrar el garaje y se permitió que regresara, de nuevo, la normalidad a la barriada. Los vecinos afectados, de hecho, intentan buscarla. Saben que los trabajos de rehabilitación de lo que ha resultado dañado les va a llevar a largas jornadas de espera y paciencia.

‘¿Qué está pasando?... yo me quedo’

Fue tal la cantidad de policías desplegados para garantizar la seguridad en la zona, que no faltaron los curiosos (vecinos o no, más o menos interesados) que decidieron dedicar la parte de la mañana correspondiente simplemente a ver cómo se desarrollaba, en vivo y en directo, la reconstrucción de los hechos. Hasta los taxistas de la parada de Parques de Ceuta aprovechaban el descanso entre carrera y carrera para ver el desarrollo de las actuaciones. Mientras agentes de la Policía realizaban su propio seguimiento gráfico que será necesario incorporar a la pieza judicial que ya está operativa. Tras terminar todo el proceso, pasadas las once y media de la mañana, tocaba el momento de llevar a cabo todo el papeleo judicial y policial que formará parte de esta investigación. Una de las que mayor impacto mediático han provocado debido al desalojo de más de 300 personas y la virulencia que cobró el incendio.

La investigación ha terminado con la consideración judicial del grave riesgo provocado en los vecinos desalojados

Con la investigación policial ya terminada tras la detención de las tres personas presuntamente relacionadas con este caso, queda ahora la tarea judicial de uno de los procedimientos más complejos. Pero no por los detalles sino por el impacto social que provocó en su día y por las críticas políticas que han ido marcando y caracterizando toda esta historia.
La clase judicial y la política no han bebido de las mismas fuentes, pero al final se han encontrado con el mismo punto y final en sus conclusiones. De hecho el Ministerio Fiscal considera, de forma provisional, que los detenidos son presuntamente responsables de un delito de incendio que conlleva el agravante del daño que se ha podido provocar en los vecinos que fueron desalojados. Sólo esta connotación conlleva una pena, en el caso de que sean condenados, mucho mayor: de hasta 15 años de prisión.
Sólo uno de los detenidos está colaborando habiendo confesado los hechos y aportando el móvil que ya presumía la Policía: económico, ya que el interés sería el de obtener el dinero de la quema del coche cometiendo un fraude al seguro. Los demás detenidos lo niegan. Tanto el presunto colaborador en la quema, familiar del considerado inductor, como éste último, quien llegó a declarar el primer día en sede judicial que todo podía deberse a una venganza porque el autor confeso del incendio no habría sido colocado en una empresa en la que trabaja el progenitor del vecino de Parques de Ceuta.
Estas son las declaraciones que obran en poder del juzgado y que se conocen en una semana en la que ya se han publicitado sentencias que contienen el mismo matiz de este caso. Así sucede, por ejemplo, en la historia de la menor que fue acusada de quemar el centro Mediterráneo. El juzgado de menores la condenó a 4 años de régimen de internamiento en Punta Blanca a lo que se añade otros dos años de libertad vigilada. En esta condena se ha tenido en cuenta, también, el grave riesgo provocado en una interna.