“Se necesita un cambio sustancial en el modelo político y social”

Tiene las ideas muy claras desde hace muchos años. Un día decidió que le atraía la política y optó, con el apoyo de sus padres, por encaminar su trayectoria profesional por este camino, pensando siempre que la formación iba a ser un pilar básico en su vida.

Una conversación con Mohamed Mustafa sirve para comprobar que sus convicciones son firmes y que no se equivocó lo más mínimo cuando un día optó por afiliarse al Unión Demócrata Ceutí (UDCE).
Su paso por la presidencia de Jóvenes Demócratas le sirvió para comprobar que esta opción política había venido a cubrir un hueco que estaba vacío en el panorama político local, sobre todo en materia de temas sociales. Además, lamenta la falta de oportunidades para la juventud, lo que ha obligado a muchos de sus amigos a tener que hacer las maletas para labrarse un futuro en la península.
Ahora, desde su puesto como secretario de Grupo de la UDCE, continúa siendo un trampolín de las inquietudes de muchos vecinos que acuden a las oficinas del sótano del Palacio Autonómico para expresar sus demandas, muchas de las cuáles acaban como mociones en el Pleno de la Asamblea. Un cambio en el modelo político y social es, ahora, su deseo.

–¿Qué recuerdos tienes de tu infancia?
–De una familia cuando padre era albañil y los recursos que entraban al domicilio eran de una persona que se buscaba la vida en la construcción, que era la salida de mucha gente del Recinto. Esta situación familiar, con no muchos recursos económicos, hizo que aprendiéramos el espíritu de sacrificio y que las cosas hay que ganárselas.
–¿Ha sido importante ese concepto de la vida?
–Sí porque la necesidad económica en mi casa hizo que tuviera claro que la salvación estaba en la formación, a pesar de que el mercado laboral local no se comporta como debiera y existen muchos jóvenes titulados en el paro que optan por abandonar la ciudad.
–¿Qué te hace decidirte por una carrera como Ciencias Políticas y no otra?
–Siempre me ha gustado la administración, ligada con la política como vector de cambio social, y los temas sociales. Mi madre me ponía mucho ahínco para que estudiara y, por ello, me planteé estudiar en Granada, donde tenía amigos, y opté por Ciencias Políticas y Sociología, aunque era la tercera o cuarta opción ya que al principio iba a estudiar Empresariales.
–¿Respondió la carrera a tus expectativas?
-Sí, los inicios fueron duros al tener que adaptarme a un nivel muy exigente y ser una carrera incipiente pero con el paso del tiempo es cuando descubres tu verdadera vocación y lo valoras, por lo que pensé que era la herramienta que buscaba para poder implementar lo que pensaba para mejorar la calidad de vida.
–¿Aprendiste lo que pensabas?
–Se aprende fundamentalmente la composición de los poderes públicos y las instituciones y cómo funcionan, su origen y las reglas del juego. Teniendo ese conocimiento llegas a tener un nivel multidisciplinar en la materia que te permite saber cómo un proyecto de un partido político puede ser válido, por lo que creo que acerté con mi elección de la carrera.
–¿Cuál fue tu primer trabajo?
–Hice prácticas en el equipo abierto de Menores y durante un año efectué un estudio sociológico sobre los menores infractores y su reincidencia.
–¿Qué conclusiones sacaste con ese estudio?
–Me permitió conocer las causas que podían determinar la posible reincidencia de un menor infractor así como actuar sobre las causas para obtener menos reincidencias y poder insertar al menor en la sociedad y que se convirtiera en un ciudadano más.
–¿Te sirvieron las conclusiones para algo?
–Para tener contacto con el mundo laboral y saber las funciones de un politólogo o sociólogo, además de comprobar que era una carrera útil y un instrumento muy interesante.
–¿Cuándo entras en contacto con la UDCE?
–Fue en el 2000 cuando estaba estudiando en Granada y en las tertulias largas y profundas de los universitarios debatíamos sobre el panorama político de Ceuta, que coincidía con la época de la llegada del GIL al poder así como la irrupción del PP. En ese momento era consciente de que había un vacío en el espectro político que se tenía que rellenar y sobre ese tema giraban todas las tertulias.
–¿Participas activamente del nacimiento del partido?
–Sí, de lo cual me siento muy satisfecho. El UDCE ha rellenado un vacío, sobre todo con las desigualdades sociales porque todavía persisten pero sí se goza de una voz crítica. Hay que tener en cuenta que casi el ochenta por ciento de las iniciativas que presentamos en el Pleno tienen un contenido social, entre ellas el ingreso mínimo de salario social o la gratuidad de los libros de texto que han provocado que las políticas sociales ganen peso.
–¿Es la política social tu pilar esencial?
–Sin duda alguna, el centro de actuación de la UDCE siempre tiene en cuenta los indicadores sociales como el fracaso escolar, el umbral de pobreza y las altas tasas de desempleados ya que tenemos cerca de 12.000 parados y es imperdonable que sólo existan respuestas tibias a este verdadero problema.
–Cuatro años como presidente de Jóvenes Demócratas ¿Una buena experiencia?
–La mejor que he tenido hasta ahora porque me permitió conocer las inquietudes, las dudas y las iniciativas de los jóvenes.
–¿Qué sacas en claro de esos años?
–Que la política de juventud atraviesa una grave crisis y los jóvenes no se sienten identificados con la política, lo cual es grave. La juventud tiene que ser la protagonista del cambio pero hay una apatía social en el colectivo juvenil y una gran incertidumbre con su futuro. Ceuta es la ciudad que tiene la tasa más alta de población juvenil de España y deberíamos tener un movimiento potente de acciones juveniles pero sucede todo lo contrario.
–¿Por qué crees que ocurre esta situación?
–Preferentemente por la situación del mercado laboral porque hay jóvenes formados que no tienen oportunidades y que se acaban marchando. El déficit en materia de juventud queda reflejado por la pérdida del Consejo de la Juventud o la propia Residencia.
–Y desde hace tres años eres secretario de Grupo ¿Qué supone este nuevo cometido?
–Tuve que dejar Jóvenes Demócratas porque coincidía en el tiempo con la edad legal permitida, además de que era necesario un cambio en los órganos de dirección de los jóvenes y el partido confió en mí para desempeñar esta función de secretario de Grupo en la Asamblea, la cual acepté gratamente.
–¿En qué consiste esta nueva labor?
–Gestionar el trabajo político de la UDCE en el sentido de canalizar las iniciativas y, principalmente, la atención al ciudadano para dar respuesta a las dudas de los vecinos, muchas de las cuáles terminan como mociones en el Pleno, es decir, es una labor política y de acción social.
–¿Cómo se presentan los próximos comicios?
–Se abre un nuevo escenario con Caballas, hemos puesto toda la carne en el asador para dar este paso muy importante que tiene como objetivo romper con la bipolaridad, plantarle cara al PP que lleva desde el año 2000. El partido ha presentado una apuesta rigurosa y un cambio en la forma de gobernar.
–¿Estás convencido de que habrá un cambio?
–Es necesario porque no hay una comunicación fluída en la acción política del Gobierno y este cambio no debe suponer un trauma sino el inicio de lo que consideramos un cambio sustancial en el modelo político y social al que nos ha llevado el PP.
–¿Tienes aspiraciones a nivel personal en esta carrera política?
–Ahora mismo sólo puedo decir que estoy  muy agradecido con el partido porque hago lo que más me gusta y donde me siento identificado, motivo por el cual soy un privilegiado ya que mis ideas se ven representadas en esta labor. Me siento arropado por el partido y desempeñaré el papel para el que me necesiten sin ningún sacrificio porque lo hago desde un pleno convencimiento a mis ideales.
–¿Cómo habéis digerido las críticas por la unión entre la UDCE y el PSPC para la formación de Caballas?
–Las críticas se han producido por parte del adversario político y cuando las mismas se producen son indicativo de que lo estás haciendo bien ya que deberíamos preocuparnos cuando el adversario nos aplauda. Hay que romper el estatus que ha generado el PP y tenemos que ir en contra de los intereses de cierta élite política y reaccionar.

La pesca deportiva, su pasión

FICHA. Mohamed Mustafa Ahmed (Ceuta, 1978) es el segundo -aunque tiene un hermano gemelo- de una familia de cuatro hermanos.
Criado en el barrio del Recinto, aunque actualmente está afincado en Hadú, está casado y tiene un hijo (Rayyan, un año).
De profesión politólogo y sociólogo, desde que estaba estudiando en la Universidad de Granada empezó a sentir inquietudes políticas, por lo que se identificó con el partido Unión Demócrata Ceutí, con el que se afilió desde su fundación en el 2000.
Su implicación con esta opción política le llevó a ser durante cuatro años presidentes de Jóvenes Demócratas hasta que dejó el cargo por la edad. Desde el 2007 es secretario de Grupo.
Es aficionado a la pesca deportiva surf-casting, acudiendo todos los fines de semana a echar un rato, principalmente a la zona del Sarchal, que es su preferida.