La Consejería de Sanidad y Servicios Sociales trabaja para encontrar una empresa que gestione el servicio de ayuda a domicilio destinado a personas mayores y/o con discapacidad.
Lo hace a sabiendas de que este nuevo contrato entrará en vigor en agosto de 2025. Es de aplaudir que se empiece a gestionar con meses de margen y que no le ‘coja el toro’ como le ocurrió con el contrato de conciliación familiar.
Es importante este nuevo contrato con el que se pretende la atención personal en la realización de las actividades de la vida diaria, la cobertura de las necesidades domésticas y la atención y apoyo psicosocial de las personas mayores o con discapacidad.
Esas personas que necesitan del apoyo de especialistas en su propio domicilio, y que sirven de gran ayuda para los familiares de estas personas. Un contrato de envergadura para tantas y tantas personas que necesitan de esta prestación.
Y es que, por desgracia, siempre nos olvidamos de los que más los necesitan. Esos que han dado toda su vida por los demás, las personas mayores, y que ahora necesitan. Personas que requieren de un cuidado especializado y que se le debe dar con todas las garantías. Para ellos y, por supuesto, para las personas con discapacidad tienen que existir todos estos servicios. Faltarían muchos más como, por ejemplo, hacer una ciudad mucho más accesible. No es justo que no cuenten con las mismas facilidades que cualquier ciudadano. Todos merecen contar con las mayores garantías y para eso tiene que funcionar conjuntamente todas las Consejerías.
La calidad del servicio en todos los aspectos dependerá de la salud de estas personas.