Y en esto se marchó el Comandante...

Como todo político, Fidel tuvo sus claros y sus obscuros y sus equivocaciones; sin embargo, fue un revolucionario que surgió del pueblo cubano contra las injusticias y contra los desheredados de la tierra... Todo puede mejorarse, pero su más reconocido legado fue no ponerse de rodillas ante los poderosos del mundo, y conservar la dignidad de los cubanos frente a bloqueos y embargos de imperios como el americano, la primera potencia económica y militar del orbe...

Nacerán otros líderes como sus compañeros el “Che” y Camilo Cienfuegos, como los libertadores Simón Bolívar y San Martín, que le den a Latinoamérica y al mundo, el símbolo de la libertad y la solidaridad a los pueblos de la humanidad que no desean ser oprimidos de la ferocidad de los poderosos...

No parece que un solo hombre pudiera hacer una revolución, sino tiene detrás a un pueblo que quiere y exige una revolución. En Cuba ya existía y llevaba en su alma la revolución, sólo faltaba que alguien la liderara; y, ese líder se encarnó en el Comandante. No le vino caído del cielo el poder a Fidel, sino que la revolución comenzó un 25 de noviembre 1956 con apenas ochenta y dos hombres que procedentes de Méjico, navegaron en el Granma hasta desembarcar en la playa Las Coloradas del oriente de Cuba. Y, con apenas algo más de 20 insurrectos que quedaron de la primera escaramuza, inicia una guerra de guerrillas en Sierra Maestra, dónde el pueblo va sumándose hombre a hombre a las ideas revolucionarías contra la dictadura de Fulgencio Batista, hasta la victoria final con la entrada en la Habana el 1 de diciembre de 1959.

No se entendería el siglo XX, sin la victoria y consolidación de la Revolución Cubana, pues las ideas de la revolución se expandieron no sólo a toda Latinoamérica sino a todos los rincones del mundo. Así, tampoco podemos conocer: ¿cuál hubiera sido el rumbo de la revolución, si los EEUU no hubieran cometido la torpeza de decretar y prologar el bloqueo sobre la Isla, durante más de cincuenta años?  Otra sería la historia de Cuba, si los americanos en vez de hacerle un feroz boicot, le hubiesen ayudado a su desarrollo... Seguramente su evolución hubiera sido otra, la “Crisis de los misiles” no hubiera existido, y aunque la ayuda y la amistad con la URSS, hubiera sido importante, no hubiera sido tan significativa y hubiera estado más diversificada… Sin embargo, la ceguera de la Casa Blanca y la oposición sistemática y visceral a toda política que huela a socialismo, hizo imposible cualquier entendimiento, que llevó a Washington a declarar un embargo económico, comercial y aislacionista tan despiadado contra el pueblo cubano, como inútil y estéril; pues a día de hoy, la Isla supo resistir y hacerse fuerte, más fuerte si cabe ante el terrible colapso que pretendieron los sucesivos presidentes de la Casa Blanca.

La Revolución Cubana tiene una extraordinaria singularidad y ha tenido tal repercusión, que traspasa los límites ideológicos de cualquier formación revolucionaria de izquierdas, que haya intentado alcanzar el poder para la transformación de las sociedades en más justas y solidarias. Es claro que es un reduccionismo intelectual y una falta de profundización en los acaecimientos históricos del proceso socialista cubano, que, algunos críticos, al tachar al Comandante de dictador, pareciera que con ello acaban con la Revolución Cubana y con su lugar en la historia. Nada más lejos de la realidad, porque Fidel Castro, junto con otros líderes de la Revolución, quedarán para siempre en la mitología de los hombres que pretendieron una nueva sociedad socialista, alejada del liberalismo opresor del poderoso país del norte en su vergonzosa y marginal política para Iberoamérica.

Es bien sabido que los EEUU emplea su bien asentada democracia para consumo de sus propios ciudadanos; sin embargo, tradicionalmente para el exterior sólo ha sabido exportar dictaduras que han sembrado toda Centro América y del Sur de regímenes sin escrúpulos, pongamos: la Argentina de Videla, el Chile de Pinochet, la Nicaragua de Somoza, el Paraguay de Alfredo Stroessner, o la misma Cuba de Batista. Y, si vamos más lejos en el tiempo podemos citar la explosión del Maine*, donde tras declarar la guerra a España -una potencia venida a menos-, hundieron in misericorde a nuestras flotas en Santiago de Cuba y Filipinas, quedándose en su desmedida avidez con Cuba, Puerto Rico, Filipinas isla de Guam. De tal manera que las constantes revoluciones que se han producido de norte a sur en toda Iberoamérica, han tenido como génesis la política colonial y de explotación de recursos que los EEUU han llevado contra los países al sur de su frontera. La primera democracia del mundo, paradójicamente, con su nefasta política de apoyo a tiranías y el terrible alejamiento de los derechos humanos, posibilitaron, que en estos países no abandonaran el subdesarrollo atávico de políticas liberales de apoyo a las clases elitistas dominantes que concentraban el 90% de la riqueza, y dejaban a sus poblaciones -campesinado y nuevos emigrados a la ciudades- sumidas en la pobreza y en el atraso cultural de siglos…

Y, a Fidel la historia lo juzgará y puede que lo absuelva -como él dijo-; sin embargo, en sus claros y obscuros, supo darle a Cuba una dignidad para que dejara de ser el cabaret y la sociedad de diversión y oprimida, que, los mafiosos y gánsteres del hampa americano y los terratenientes y los dueños de los grandes “ingenios” de la clase dominante y adinerada habían pretendido.

Mucho se escribirá sobre su figura, unos a favor y otros en contra, como uno de los personajes más importantes del siglo XX. Pero lo que no que no cabe duda es que su “revolución” nunca se rindió ni se puso de rodillas ante EEUU, el dueño del mundo y primera potencia mundial... Y es indiscutible que Cuba, como fruto de la “revolución”, tiene unos extraordinarios ratios en los programas de Educación y Sanidad -en el entorno de América Latina- que son, sin lugar a dudas, los más altos del continente, que hace que la Educación y la Sanidad se hallen al alcance y al disfrute del pueblo cubano. Cuando en países antillanos, pongamos: Colombia, Venezuela, Honduras, Salvador, Guatemala o Méjico, la pobreza, la marginación de grandes masas de desheredados, las maras y los carteles de la droga, producen tal inseguridad en sus calles que hacen papel mojado unas democracias que sólo son tales sobre el papel mojado de sus constituciones. En Cuba, por el contrario, no se produce esas pobrezas extremas, ni en sus calles se produce la inseguridad que se dan en los países del entorno que hemos citado anteriormente.

La historia de Cuba pasa página, y entra en otras nuevas...Y de Fidel se escribirán ríos de tinta, pero de él quedará para la nación cubana, además de sus constatados logros en Educación y en Sanidad -los mayores como hemos apuntado del entorno Iberoamericano-, sus ideas revolucionarias y el espíritu indomable que le caracterizó para ser de un pequeño país antillano, una patria de libertad bajo cualquier régimen que haya de venir... La obra de Fidel Castro, dictador para unos y revolucionario libertador para otros, no se adscribiera a las páginas ajadas de cualquier tratado de historia al uso; no, la voz del cubano -de padres gallegos- retumbó en todos los rincones de la América Latina y, de eco en eco, produjo en las almas un deseo de liberar a su naciones de las ataduras de la pobreza y de la necesaria justicia social que jamás se acallará y, de seguro, seguirá en las generaciones futuras que están por venir por un tiempo sin término…

Y, como no podía ser de otra manera, el Comandante, se marchó definitivamente a las cumbres y a los cielos de Sierra Maestra... “Hasta la victoria siempre, Comandante…”, surca ya los cielos imposibles y eternos de la historia, porque ella te absolverá y dejará escrito la leyenda de un Isla que supo hacer frente a la adversidad, y tuvo la dignidad de no inclinar las rodillas ante los poderosos del mundo…

(*) El “Maine” es conocido por su catastrófica pérdida en el Puerto de la Habana en la mañana del 15 de febrero de 1898. Fue enviado para proteger los intereses de los ciudadanos estadounidenses durante la revuelta cubanas contra España. Estalló de repente, sin previo aviso, perdiendo la vida en la explosión tres cuartas partes de su tripulación. Las causas de la explosión no quedaron claras en una comisión de investigación, pero la opinión pública estadounidense culpó a España. Los Estados Unidos declararon la guerra a España, que tras el hundimiento de nuestras flotas por los buques de la escuadra americana, concluyó la guerra con el “Tratado de París”, en la que España perdía a favor de Washington: Cuba, Puerto Rico, Filipinas y la Isla de Guam.

En 2002, The History Channel produjo un episodio de la serie de documentales ‘Unsolved History’ titulado ‘Death Of The USS Maine’ que utilizaba fotografías, expertos navales e información de archivos para determinar las causas de la explosión. La conclusión a la que llegaron fue que el carbón de las carboneras causó la explosión, y se identificó un punto débil en el mamparo que separaba las carboneras de los pañoles de munición, que podría haber permitido que el fuego pasara de las carboneras a los almacenes de munición.

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