Se fue el poeta

Célebre por su exquisito vocabulario y esplendorosas citas que atesora con ese bello toque argentino, hoy recuerdo su venida al fútbol español para enrolarse en las filas del CD. Alavés, entonces en Segunda división A. Su buen juego y olfato goleador, hicieron de él objeto de deseo para equipos de superior categoría. En su viaje a Zaragoza para fichar por el equipo titular de la capital aragonesa, acompañado por su compañero de equipo Badiola, ambos se hospedaron en el Hotel “Corona de Aragón”, aquella noche de terrible recuerdo para un acto de terrorismo que tardó 18 años en reconocerse.
Jorge Valdano contó con la fortuna que no tuvo su compañero de equipo al aspirar los humos de aquellas llamas asesinas. Badiola nunca volvió a ser el mismo y aunque años después regresó a su equipo de procedencia, su prometedor futuro futbolístico quedó truncado y quiero recordar, su retirada del fútbol activo se hizo realidad cuando gozaba de sus mejores años para realizarse en la que era su profesión. Para los no realizados y para aquellos que nunca son capaces de comprender el dolor ajeno… para aquellos que nunca se definieron y no acudieron a la llamada de unos minutos de concentración, no va enviado el contenido de este escrito… sometido, tú de qué sabes?.
De su éxito en el Real Zaragoza, Valdano hizo las delicias de los aficionados en el mejor equipo del mundo y de la historia: “El Real Madrid”. Formando delantera con Butragueño y Hugo Sánchez, perfeccionó el fútbol y ganó un mundial para Argentina. Un auténtico lujo de futbolista, de elegancia y muy apropiado para mantener la idiosincrasia y el devenir del equipo blanco. En el final de su carrera, las lesiones le acompañaron en su retirada.
En su etapa de entrenador, consiguió una liga con el Real Madrid e hizo debutar a Raúl González Blanco cuando éste contaba con diecisiete años. De igual manera, hizo debutar al jefe de la “Quinta de las Galletas” Sandro, nada más y nada menos que junto a Fernando Redondo en el “Heliodoro Rodríguez López” de Tenerife. En aquel partido que tuve el gusto de disfrutar en directo, “Bang Bang” Zamorano marcó el gol que haría campeón al equipo madridista. Cierto es que, anteriormente, dirigió al equipo chicharrero que privó a los blancos de dos ligas que tenía encarriladas.
También fue el “Trainer” del Valencia CF, donde dejó grabada aquella famosa frase “ahora resulta que los pajaritos le pegan tiros a las escopetas”, en alusión a unos periodistas agresivos que le preguntaban por la marcha negativa y su anunciado cese del banquillo del equipo valenciano. Así ocurrió pocos días después, no teniéndose en cuenta que, por su apuesta por la cantera, hizo una figura del fútbol a un joven que se llamaba Farinós, triunfador en equipos italianos y actualmente, quemando sus últimos años en el Hércules de Alicante. Realmente, muchos presidentes de Clubs importantes no tenían en cuenta estos detalles… sí cuando el jugador era traspasado y se conseguían importantes dividendos.  Todo y mucho se podría hablar de este poeta del fútbol. Ya le dediqué un artículo ¿por qué no te vas Poeta?, por hacerle responsable de las salidas de Arjen Robben y Rafael Van der Vaart. En ese momento, pensé que un Club de esta categoría no podía desprenderse de estos magníficos jugadores, por muchos euros que pagaran otros clubs.
Hoy es cesado por sus discrepancias con un recién llegado, al que se le ríen las gracias pero que desequilibra la imagen de un siglo de historia. Sería curioso que, supuestamente, tras la derrota del Real Madrid Castilla en los play-offs de ascenso a Segunda A ante el Alcoyano CF por 0-2, se le haya considerado culpable de haber trasladado el citado partido al Santiago Bernabéu y contar con la asistencia de 45.000 espectadores, todo ello a cambio de perder las opciones de ascender… si este motivo y su mala relación con el actual técnico son los motivos que han propiciado su despido, creo que el Real Madrid comienza a desprenderse de su hegemonía.