El Ministerio Fiscal pide penas de 14 y 17 años de cárcel para dos vecinos de Ceuta acusados del intento de asesinato de un joven en la barriada de Los Rosales. Sucedió en la madrugada del 25 de julio de 2022, esa noche la víctima volvió a nacer tras recibir varios disparos que le llevaron directamente a la UCI.
Uno de los acusados está señalado como cooperador del crimen mientras que al otro se le atribuye el rol de ejecutor con la agravante de empleo de disfraz ya que ocultaba su rostro con un pasamontañas.
El primero se enfrenta a 14 años de prisión por asesinato en grado de tentativa mientras que el segundo a 15 años por ese delito y 2 más por una tenencia ilícita de armas.
Tal y como se recoge en el escrito de calificación inicial formulado por el Ministerio Público y a cuyo contenido ha tenido acceso El Faro, a ambos se les sitúa en el escenario del suceso con el fin de atacar a la víctima a la que terminaron causando daños gravísimos.
Se aseguraron de que estuviera solo y sin capacidad de defensa para que mientras uno vigilaba la zona el otro, vestido completamente de negro y con pasamontañas, le disparaba.
El ataque se produjo de manera sorpresiva en un callejón disparando con arma corta y evitando cualquier tipo de defensa.
Las balas impactaron tanto en el estómago -más hacia la zona de la ingle- como en una de las piernas, lo que supuso un gravísimo riesgo para la vida del joven que tuvo que ser intervenido de urgencia y permaneció varios días en la UCI.
Producto de esos disparos sufrió varias perforaciones intestinales además de lesiones que requirieron de continuos tratamientos médicos y varias intervenciones. Hace unos meses tuvo que ser sometido a una reconstrucción del tránsito colorrectal.
Esas fueron las lesiones que se tradujeron en 232 días de curación, quedando además en su piel las cicatrices producidas por la intervención médica.
A la pena de cárcel que solicita la Fiscalía se suma el abono de una indemnización por las lesiones y las secuelas que se cifra en casi 60.0000 euros.
Este suceso se produjo en un periodo de máxima tensión policial con el desarrollo de la Operación Plomo puesta en marcha por la Policía para terminar con los enfrentamientos a disparos que se estaban produciendo en Ceuta, focalizados sobre todo en los barrios de Los Rosales y el Príncipe.
Hasta el lugar de los hechos acudieron no solo los investigadores de la UDYCO sino también agentes de la Policía Científica encargados de recoger cualquier tipo de prueba que sirviera para analizar la trayectoria de las balas además del origen del arma utilizada.
Las investigaciones puestas en marcha por la Policía llevaron también a la organización de controles preventivos por barrios integrados por agentes de la UPR, UIP y miembros de la Brigada Provincial de la Policía Judicial.
Con una cascada de detenciones se logró recuperar una cierta normalidad en la zona.
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