El tribunal de la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta ha iniciado este miércoles un juicio por un delito de lesiones que se ha dividido en dos sesiones. El acusado, K.A.L., se enfrenta a una pena de 7 años de prisión, así como a una multa de 124.509 euros en beneficio de la denunciante por las supuestas lesiones ocasionadas tras propinarle una paliza. Antes de comenzar la vista, la Defensa propuso múltiples cuestiones previas. El tribunal descartó, sin dar lugar a la suspensión de la vista, la solicitud de unos informes del historial clínico de la víctima, en los que se detallara que sufre esquizofrenia y osteoporosis, ya que consta en las actuaciones que padece esas enfermedades, además de contar con las declaraciones del médico y perito forense citados como testigos.
Asimismo, la Defensa ha solicitado la suspensión del juicio para tener la testifical de unos policías nacionales por unas denuncias previas a los hechos que resultaron falsas contra la mujer del acusado. Tanto Fiscalía como Acusación Particular se opusieron y el tribunal rechazó la práctica de esa prueba.
El tribunal sí ha admitido múltiples documentos en los que supuestamente se acredita que el acusado se encontraba en su trabajo a la hora de los hechos, unas noticias científicas sobre las osteoporosis en las que se expone que puede dar lugar a rotura de huesos con facilidad, así como la testifical de la denunciante en la fase de Instrucción del juicio donde el hijo de acusado fue absuelto por un delito de amenazas contra ella. Por último, a este juicio se han añadido dos testigos más: la mujer e hijo del acusado.
Debido a lo extenso de las cuestiones previas, el tribunal ha decidido reorganizar el juicio y este miércoles solo testificaron el médico que atendió a la víctima en el Hospital Universitario y la perjudicada, dejando las demás declaraciones y los informes para este jueves.
Los hechos se habrían producido el 9 de septiembre de 2020. Sobre las 11:30 horas, el acusado entró forzando la puerta de la vivienda de la denunciante para, supuestamente, arrojarla contra el suelo provocándole diferentes fracturas, sobre todo en el hombro derecho. La víctima, muy nerviosa y en muchas ocasiones ofreciendo manifestaciones difíciles de descifrar, ha relatado que el acusado es vecino puerta con puerta con ella y que durante años llevan teniendo problemas con él. Es la primera vez que denuncia unos hechos, aunque insistió que no es la primera en la que se produce una situación similar.
Sobre los hechos ocurridos ha explicado que escuchó la puerta de la casa y, pensando que era su hija que se había ido al trabajo, se acercó a recibirla. Es entonces cuando el acusado habría forzado la puerta, entró y provocó que cayera al suelo. Asimismo ha relatado que una vez en el suelo la empezó a agredir a base de puñetazos y patadas mientras que el hijo del acusado estaba en la puerta de la casa con una pistola vigilando que no llegara nadie de la calle. Además, ha añadido, que el hijo le gritaba que la matara mientras le decía que si aparecía la hija de la víctima le dispararía con la pistola.
Tras sufrir la agresión, la víctima ha explicado que escuchó cómo el acusado y su hijo gritaron: “Vámonos de aquí corriendo al trabajo”, mientras ella se arrastraba para conseguir el teléfono móvil y llamar a su hija. “De milagro sigo viva”, ha detallado.
A pesar de sufrir esquizofrenia “desde hace 30 años”, la víctima ha relatado que se toma su medicación y que el día de los hechos estaba plenamente consciente de lo que estaba ocurriendo. Por las lesiones ha solicitado ser indemnizada.
A preguntas de la Defensa, la víctima ha indicado que la denuncia la interpuso 2 días después de los hechos porque se encontraba “grave”. La Defensa ha querido mostrarle que interpuso la denuncia 14 días después, hecho que ha negado la denunciante.
Otra de las claves importantes en este juicio ha sido que la acusada ha admitido que le relató al médico de Urgencias lo que había ocurrido, mientras que el sanitario ha manifestado que la víctima llegó con esas lesiones en el hombro pero que en ningún momento le aclaró que fueran fruto de alguna agresión. En ese sentido, la denunciante ha insistido que se lo dijo en varias ocasiones pero que el médico “solo callaba” y “no me respondía”.
El sanitario ha declarado que la acusada le manifestó que había sufrido una caída aguantando una puerta y que por eso sufría esas lesiones. Ha explicado que no sabía que tuviera osteoporosis, pero sí la esquizofrenia porque sale por defecto en el historial de la paciente. Ha querido aclarar que la víctima llegó consciente y que se explicó de manera normal.
La mujer tardó en curar 273 días recibiendo tratamiento rehabilitador, presentando golpes y fracturas.
Ahora falta por conocer varias testificales, destacando la del acusado y los informes finales.
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