S.D. se enfrenta a una pena de prisión de un año por un delito de estafa que ocurrió en enero de 2017 y que consistió en la compra de un ordenador a través de internet, valorado en 452 euros, utilizando la tarjeta de crédito de otra persona.
La Fiscalía acusaba a S.D. de haber sido la autora de los hechos ya que el número de móvil asociado a la compra pertenecía a la acusada (hecho que esta última negó) y la dirección a la que fue enviado el paquete, y posteriormente devuelto, era el domicilio de la misma.
La titular de la tarjeta, que testificó a través de videoconferencia, señaló que no conocía a la acusada y que el dinero ya le había sido reembolsado.