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Trasladarlos a la península suponía un gasto de 800.000 euros al año
La planta de secado térmico de fangos funciona ya a pleno rendimiento toda vez que ha superado el periodo de pruebas en el que ha venido funcionando hasta esta semana. De ello informó ayer el consejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Emilio Carreira, al Consejo de Gobierno. Trasladar los fangos a la península sin someterlos previamente a ese tratamiento de secado térmico costaba 800.000 euros al año.
La virtud que introduce esta infraestructura en el ciclo integral del agua en Ceuta va más allá del ahorro en el transporte de ese residuo. El tratamiento de secado térmico también conlleva la producción de 10.000 metros cúbicos de agua al día útil para uso terciario, como riego de jardines y limpieza viaria, una cantidad que supera las necesidades reales.
La planta de secado térmico es el complemento de la depuradora de residuales, donde se produce el fango por el tratamiento de las aguas sucias. Hasta la entrada en funcionamiento de aquella, el traslado del residuo o fango sin tratar disparaba el gasto hasta los 800.000 euros al año debido a lo que pesaba, en su mayor parte, el agua que incluía. El ahorro de esta infraestructura para las arcas públicas deriva precisamente de la merma en el peso del residuo gracias a su sometimiento al tratamiento de secado por deshidratación al que se somete en la planta.
Los avances logrados desde 2001 en cuanto al ciclo integral del agua han supuesto un cambio de 180 grados.