AUGC denunció la existencia de una red dedicada a introducir pacientes marroquíes. Emilio Barrientos, secretario general del Sindicato de Enfermería, SATSE, señaló ayer que su central tiene constancia de que la demanda marroquí de asistencia sanitaria ha aumentado en el Hospital Universitario respecto al antiguo clínico de la Cruz Roja. El sindicalista insistió en sus continuas advertencias a propósito del “efecto llamada” que, subrayó, provoca la nueva ubicación de las instalaciones del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria, Ingesa, junto a la frontera; su gratuidad; sus prestaciones y la profesionalidad del personal, entre otras razones.
Según los datos a los que tuvo acceso este periódico, del 5 de febrero al 2 de junio, es decir, desde la apertura del hospital, se realizaron 528 partos, de los cuales 185 constituyen asistencias a extranjeras transfronterizas, lo cual supone un 35 por ciento del total, mientras que 2009 concluyó con un 30. A este ritmo, reconocen fuentes sanitarias, supondría una media al día de 4,6 partos frente a los 4,2 del año pasado, cifra que incrementaría unos 100 a 200 alumbramientos al año, pasando de 1.500 partos a 1.700 partos al año, sin descartar que estos números puedan experimentar un nuevo incremento.
El máximo representante aclaró que su sindicato en ningún momento se ha opuesto a ofrecer asistencia sanitaria a la población marroquí, pero exige medios “suficientes para que la atención a los usuarios del Ingesa no se resienta”. Barrientos indicó que la administración siempre niega que la presión asistencial es “excesiva” y que una de sus causas sea la prestación de servicios a los transfronterizos.
No obstante, puntualizó el secretario general del Sindicato de Enfermería, basó su defensa de atender a los ciudadanos del país vecinos porque son personas; la profesión sanitaria se elige por vocación y por la Ley Orgánica 4/2000.
“Mientras no exista un convenio o algún tipo de acuerdo con países no miembros de la Unión Europea que se hagan cargo de ese gasto sanitario, el cual afecta a Ceuta y Melilla, nosotros nos haremos cargo del gasto que generan”, aseguró Barrientos, quien considera que el Estado debe reconocer que existe una problemática en torno a la “asistencia a los marroquíes que no dejan en la ciudad contribución alguna para esa sanidad de la que hacen uso y se benefician”. La única forma de paliar estos efectos, continuó el sindicalista, consiste en un aumento de la inversión, especialmente, en el capítulo de recursos humanos.
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) denunció este domingo la existencia de una trama organizada dedicada a la introducción en Ceuta de marroquíes para que sean tratados en el Hospital Universitario. Una denuncia que se enmarca dentro de la campaña puesta en marcha por la asociación para detectar aquellas áreas en las que se estaría produciendo un gasto económico que podría ser vetado por la administración central en esta época de recortes y decretazos que ha dejado a los funcionarios públicos con menos dinero.
Las indagaciones llevadas a cabo por la asociación no dejan lugar a duda sobre la existencia de esta trama muy bien organizada, integrada por ceutíes y marroquíes, que estarían detrás de la introducción de parturientas del vecino país para que den a luz en el clínico de Loma Colmenar así como enfermos que llegan al hospital para ser atendidos de diversas patologías a pesar de que en su país podrían recibir dicha asistencia regulada sin problemas.
‘Turismo sanitario’ frente a la necesidad de los marroquíes El reconocimiento del denominado ‘turismo sanitario’ por parte de la administración, es decir, todo aquel extranjero que acude al servicio sanitario español y no cotiza en la seguridad social pero el coste que genera es cubierto por su país, sirvió para explicar por contraposición el papel de la población flotante en la sanidad ceutí. En el caso de los pacientes transfronterizos, consideró Barrientos, éstos no desembolsan el gasto originado por la atención que reciben debido a la ausencia de un acuerdo o convenio específico. SATSE lamenta que el Gobierno haya sondeado el copago sanitario, es decir, que los usuarios del SNS realicen algún tipo de aportación económica obligatoria. “¿Qué ocurrirá con aquellas personas que no puedan abonar nada?”, se preguntó Barrientos. “¿Los seguiremos manteniendo aquellos que cotizamos?”, se cuestionó el secretario general del Sindicato de Enfermería.