A primera hora de la tarde de este jueves Sara El Khattabi (Ceuta, 2005) todavía no se había puesto a calcular su nota de acceso a la universidad. Todos saben ya que ha obtenido la mejor cuarta mejor calificación en la PEvAU 2023 de toda la UGR y la mejor de la ciudad, un impresionante 13,925. “Debe de haber fallado una coma”, bromea orgulloso el director de su instituto, el IES Siete Colinas.
La joven, que ha abrochado Bachillerato por la rama tecnológica con una nota media de 10, podrá estudiar lo que más le apetezca y donde quiera. Se inclina por Ingeniería Informática en la Universidad Carlos III de Madrid, donde su hermano hace Ingeniería Aeroespacial.
El Khattabi no solo es brillante y “una persona encantadora y buena compañera”, según Montoya, sino también cabal y humilde: “Es lo que creo que mejor se adapta a mi perfil y a lo que me gustaría hacer en unos años... No haría Ingeniería Mecánica porque no me atrae esa parte de las aproximaciones, sino las Matemáticas en estado puro y la Informática me parece de las más versátiles, una que te puede permitir trabajar con un médico, programar, en ciberseguridad...”, explica el criterio que la guía para elegir carrera.
Madrid y la ‘Carlos III’ porque “la conozco un poco por mi hermano, tiene buenos convenios de movilidad, prestigio...”. No piensa, de momento, en qué itinerario formativo le puede garantizar una vida laboral más cómoda o próspera, sino en “qué me gusta más para estudiar”. La suya es la vocación de aprender y dice que le gusta “verle la cara práctica a las cosas”.
Para muestra, un botón: consultó su puntuación en bruto a eso de las 9.00 horas, 60 minutos después de que se publicasen en Internet, para evitar el previsible colapso del primer instante.
¿Esperaba una tan alta? “Me presenté con cierta seguridad por cómo había ido el curso, pero siempre eres consciente de que no depende solo de ti, sino también de si al evaluador el examen le parece más o menos sucio, de si se entiende tu letra, de olvidos, de quedarte en blanco, del factor suerte que también existe...”, explica.
Después de que miles de compañeros hayan firmado una iniciativa popular para denunciar la dificultad de la prueba de Matemáticas II, la estudiante concede que “sobre todo fue diferente a los de años anteriores y puedo entender que sorprendiese a los compañeros que sobre todo se centraron, como es normal, en repetir los más recientes”.
El Khattabi tiene palabras de “mucho agradecimiento” para sus profesores y para sus compañeros. “Me quedo con el sentimiento de unidad que hemos tenido, con el compromiso para sacarlo adelante lo mejor posible entre todos, y esas risas es con lo que te quedas”, resume una alumna que se precia más de sacrificada que de talentosa.
“Sin esfuerzo es muy difícil sacarlo adelante... Admiro a quien tiene esa suerte, pero yo me he pasado días enteros estudiando y la carga de trabajo que tenemos exige constancia sin perder la cabeza”, añade una joven que se autorretrata un tanto “indecisa” y “estándar”.
“No tengo ningún pasatiempo preferido en especial... Me gusta salir con mis amigos, leer, dibujar... Y a veces simplemente no hacer nada”, responde sorprendida por que su deslumbrante nota en la última Selectividad lleve tan lejos.
“Sobre todo estoy orgullosa de que mis compañeros no se hayan quedado nada lejos”, envida al protagonismo aunque sea merecido. El IES Siete Colinas, educación pública, llevó este año a la PEvAU a 47 estudiantes tras dos promociones con un 100% de aprobados. En la de este cuatro además de El Khattabi han superado el 13.
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