Ceuta es una ciudad que por su pasado histórico es un punto clave por su multiculturalidad. Este fue uno de los aspectos que llamó la atención a Sara Benboubaker, que vino para trabajar aquí desde los Estados Unidos.
La joven de 23 años, a pesar de su corta edad, cuenta en su trayectoria con varias experiencias en el extranjero como en China o Túnez, de hecho, su familia procede de allí.
Benboubaker cuenta que se encuentra trabajando como auxiliar de idiomas, en su caso como apoyo en el Departamento de Lengua Extranjera de Inglés, en el CEIP Mare Nostrum y en el IES Clara Campoamor, donde participa en el Programa de Auxiliares de Conversación de Extranjeros en España, gestionado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP).
Asimismo, cuenta que en este programa dependiendo del país al que quieras ir te exigen unos requerimientos distintos, por ejemplo en España, tan solo se necesitaba tener un nivel A2 de español para solicitar este programa.
Igualmente, explica que ella en un principio solicitó como primer destino Andalucía, pero no la cogieron, luego su segunda opción era Cataluña, que tampoco, y al final fue Ceuta su tercera elección, donde terminó trabajando hasta el día de hoy.
“Había otra chica americana en el mismo programa, pero se fue a la primera semana de trabajo porque no le gustó Ceuta. Uno de los inconvenientes que encontré para establecerme aquí fue el proceso administrativo ya que para mí fue complicado al ser extranjera y hablar un español muy básico”, relata.
La joven lleva en Ceuta desde el pasado mes de octubre y comparte vivienda con una familia española. Uno de los aspectos clave para vivir en la ciudad, ya que es un trabajo complicado encontrar un sitio de alquiler o para compartir piso.
También, gracias a que su familia tiene orígenes árabes le ha facilitado a la hora de asentarse en Ceuta, ya que además de inglés domina el dariya, un dialecto del árabe que proviene del fenómeno migratorio.
De hecho, trabaja con una amplia variedad de estudiantes que van desde los 5 hasta los 19 años. También, le resulta que los jóvenes son más abiertos en este aspecto en la actualidad. Aunque ella ha estudiado Ciencias Políticas en Washington D.C. se ha aventurado a probar esta experiencia de docencia en España.
Una de las peculiaridades que le llaman la atención de Ceuta es el shock cultural por la mezcla de gente que convive en la ciudad, ya que existen personas de varias religiones, pero es especial ya que perduran los símbolos y la identidad de cada una de ellas en la idiosincrasia de la sociedad caballa.
Por otra parte, destaca que le gusta Ceuta porque está aprendiendo mucho. “Mi mente aquí siempre está trabajando y me gusta analizar cómo la sociedad de Ceuta está separada en dos lados, por una parte los cristianos y por otra los musulmanes, cada uno por su ritmo de vida y cultura”, apunta.
Esto es uno de los asuntos que algunas veces trabaja con sus alumnos más mayores con los que puede compartir las impresiones sobre sus sentimientos y su identidad cultural. Además, de intentar mejorar su desarrollo con el idioma anglosajón debaten sobre temas de calado entre los jóvenes.
“En Estados Unidos no existe la presión de cómo tiene que comportarse cada uno según los estereotipos de su nivel social, aunque aquí en España noto que sí, dependiendo de su religión tienen que seguir cumplir con unos dictámenes y cumplir con unos roles”, indica.
Por otra parte, asegura que con su trabajo aquí se siente una persona realizada y que la ciudadanía caballa le parece bastante educada. Además, manifiesta que le gustaría quedarse más tiempo en la ciudad, no solo durante el periodo escolar, algo que a casi todo el mundo que se lo cuenta le sorprende y le cuestionan si de verdad se lo pasa bien o está contenta viviendo en Ceuta.
“Para mí es un buen lugar y encantador, donde se puede disfrutar del tiempo para uno mismo, haciendo actividades para disfrutar del ocio y al aire libre, sin el estrés de las grandes ciudades. Siento que aquí hay mucho potencial”, señala.
“Percibo por los comentarios de mi alumnos que han crecido aquí, sienten como que no tienen oportunidades para su futuro si se quedan en Ceuta. Parece que no tienen nada que hacer, opinan que para progresar tienen que buscar su futuro en otros sitios de fuera, sin embargo considero que aquí hay muchas facilidades y bastante desarrollo en la ciudad para llevar a cabo sus motivaciones”, detalla.
"La gente aquí cuestiona tanto la identidad de los demás que es dañino. Creo que está ya así juzgado y escrutado en Ceuta. La gente aquí siempre está clasificando a las personas en categorías debido a la separación religiosa, lo que lleva a una falta de individualidad y expectativas de que solo se permiten dos tipos de personas: cristianos y musulmanes", especifica.
"El Islam es una religión que acoge y acepta a todos y estoy orgullosa de ser musulmana. Quiero compartir más sentimientos como este, pero no que la gente se pregunte por qué tengo una mente abierta, también porque siento que el Islam permite eso y todo tipo de personas", narra.
No puedo, es más, no quiero callar por más tiempo. Nadie me ha pedido que…
Siguen echándose al mar. La Guardia Civil encadena jornadas consecutivas vigilando el entorno del espigón…
Este viernes ha comenzado la décima edición del ‘X Torneo Rosport Cup Navidad’ que se…
En el marco de la denominada operación Canmoney, efectivos de la Guardia Civil han desmantelado…
Varios componentes del SEIS se han desplazado esta tarde a la barriada del Príncipe Alfonso,…
Se arrastran por los suelos, se suben a las paredes, se cuelan en los patios……