El Servicio de Psiquiatría y el de Urgencias acumulan el mayor número de agresiones a sanitarios por áreas del Hospital Universitario con un 21,9 y 17,2 por ciento respectivamente. Les siguen Pruebas Especiales con un 9,4 por ciento, Hospitalización Médica con un 7,8, Quirúrgica con un 6,3 y Consultas Externas con el mismo porcentaje. Como caso peculiar destaca Cocina con un 4,7 por ciento.
Estos son algunos de los datos que contiene el estudio ‘Agresiones en el personal sanitario de la ciudad autónoma de Ceuta’, realizado por Karima Abselam Ali, Yolanda Corpas García y María Galera Santanton y que presentaron al I Congreso Internacional de Enfermería.
Por sexos, las mujeres reciben el 78,5 por ciento de las agresiones mientras que los hombres sufren el 21,5, “aunque hay que considerar que el porcentaje de mujeres en plantilla es mayor”. Por centros, el Hospital Universitario registra el 85,9 por ciento de estos actos violentos –“dispone de mayor cantidad de trabajadores”–; el centro de salud del Tarajal, el 7,8; el ambulatorio de Otero, el 4,7; y el Servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP), el 1,6.
El Servicio de Prevención de Riesgos Laborales es el encargado de registrar las agresiones producidas en el personal sanitario. Gracias a estas notificaciones es posible conocer la magnitud del problema en Ceuta. Las autoras lamentan que existe una gran cantidad de agresiones que no son notificadas y registradas.
Medidas contra la lacra son el protocolo policial, los abogados de Ingesa y el artículo 550 del C.P.
“El fenómeno de las agresiones es una lacra que ha llegado a nuestra sociedad para quedarse. De hecho, las agresiones están actualmente en aumento cada vez más y los profesionales sanitarios están en un estado de vulnerabilidad ante la situación”, argumentan en el estudio.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) considera que los profesionales sanitarios tienen un mayor riesgo de sufrir estos actos violentos porque su labor exige un contacto estrecho con los usuarios de los servicios sanitarios.
Las agresiones pueden ser físicas, cuando se sufre en el desempeño del trabajo; verbal y mediante actitudes amenazantes, es decir, a través de la acción de intimidación con riesgos para la integridad física y psíquica del trabajador (insultos, injurias...); y otras que puedan suponer un riesgo potencial para la seguridad de los trabajadores.
Las autoras siguieron para su elaboración un estudio descriptivo longitudinal (retrospectivo) analizando las agresiones al personal sanitario notificados. En su análisis, utilizaron la base de datos del Servicio de Prevención tomando como marco temporal ocho años, de junio de 2010 al mismo mes de 2018.
El estudio reconoce el esfuerzo de las administraciones públicas con la aprobación del Protocolo de actuación frente a la violencia en el trabajo: Ceuta, Melilla y el Centro Nacional de Dosimetría en Valencia, en marzo de 2018 por Ingesa. Además, destaca la modificación del artículo 550 del Código Penal (C.P.) que considera al personal sanitario como autoridad pública y por lo tanto las agresiones serán castigadas con las penas de prisión de uno a cuatro años y multas. Ingesa también pone a disposición asesoramiento legal.
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