La Consejería de
Sanidad, Consumo y Gobernación ha querido precisar, en relación con el último caso positivo de
coronavirus confirmado la pasada madrugada tras acudir el afectado al
Hospital Universitario de Ceuta con síntomas sospechosos de COVID-19, que “esta persona tendría que haber permanecido controlada, aislada y custodiada en todo momento en el centro sanitario hasta que se le comunicara oficialmente el resultado de la prueba PCR que se le practicó por tratarse de un caso sospechoso”. Por lo tanto, la Consejería de Sanidad considera que, atendiendo además a las instrucciones que ha marcado el Ministerio de Sanidad y ha trasladado el ministro Illa en las reuniones del Consejo Interterritorial de Salud, “no se debió permitir bajo ningún concepto que
el paciente abandonara de forma voluntaria el recinto hospitalario sin conocer si era caso confirmado o descartado de COVID-19, con el consiguiente riesgo que ello ha supuesto para la salud pública y para la estrategia de contención del coronavirus”. Una vez que la Consejería supo del resultado positivo por PCR, y por carecer de la información completa referida al paciente, se solicitó la colaboración policial para la localización del afectado y la comunicación de las normas de aislamiento obligatorio. Con este comunicado desde la Ciudad se deja clara una postura que choca frontalmente con el posicionamiento que ha tenido el
Ingesa, quien ha matizado a todos los medios que nunca se había producido fuga y que ha dicho que el afectado estaba en una zona del HUCE a la espera de recibir el resultado de la prueba. Sanidad viene a concluir que en el Hospital no se salvaguardaron los medios de control necesarios y obligados hacia el paciente. Es la primera vez que la Consejería de Sanidad hace públicamente una nota en este sentido, que viene a poner de manifiesto que Ingesa no ha cumplido bien con los protocolos dictados por el Ministerio de Sanidad.