Sanidad pública por el personal y privada por la rapidez y las instalaciones

Los ceutíes achacan al sistema público la demora en las citas pero prefieren éste al privado en asuntos como las urgencias. Están en contra de pagar por las recetas

Cuando se habla de salud, la elección entre lo público y privado está motivada por diversos factores que tienen que ver con los recursos humanos y materiales que ofrezca cada uno, y también con los tiempos de espera. Los ceutíes elegirían un servicio sanitario público por la tecnología y los medios de que dispone (49,85 por ciento frente al 45,02 que se decanta por el privado en este campo), y por la capacitación de los médicos (43,90 frente a 41,48) y de las enfermeras 46,31 frente a 39,87); y privado por la rapidez con que le atienden (75,42 frente al 21,01 que elegiría en público en este aspecto), la información que recibe sobre su problema de salud (52,94 frente a 34,42), el trato personal que recibe (58,06 frente al 33,25), y el confort de las instalaciones (62,36 frente al 31,70).
Estos datos resultantes de las encuestas realizadas para la elaboración del Barómetro Sanitario 2012 que lleva a cabo el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) dejan ver que los ceutíes prefieren el sistema privado sobre el público en lo que se refiere a dos asuntos de importancia: la rapidez de la atención y el confort de las instalaciones.
Una de las cosas por las que se quejan los ceutíes es por las listas de espera. El 44,60 por ciento considera que la Administración no está llevando a cabo acciones destinadas a mejorarlas, el 21,88 entiende que sí y el 33,52 no lo sabe. Además, el 53,25 por ciento de los ceutíes encuestados cree que el problema de las listas de espera continúa “igual” durante los últimos doce meses.
Los encuestados creen que las circunstancias que se deben tener en cuenta para establecer el orden de la lista de espera quirúrgica para los pacientes con misma enfermedad y necesidad de ser operados son que el problema de salud repercuta en su autonomía personal (61,35 por ciento), que el problema de salud repercuta en las personas a su cargo (56,60) y la fecha de entrada de los pacientes en la lista de espera (56,51).
Los ceutíes consideran que la atención recibida en hospitales públicos es buena (52,51 por ciento), y sólo le suspenden en tiempo de demora para el ingreso no urgente. Concretamente, las notas, del 1 al 10, que otorgan a los diferentes servicios son los siguientes: un 5,94 a los aspectos de hostelería, un 6,09 al papeleo para el ingreso, un 4,42 al tiempo de demora para el ingreso no urgente, un 6,95 a los cuidados y atención por parte del personal médico, un 6,92 a los cuidados y atención del personal de enfermería, 6,07 al número de personas que comparten habitación, 6,16 al trato recibido del personal no sanitario, 7,62 al equipamiento y medios tecnológicos existentes en los hospitales, un 6,92 a la información recibida sobre la evolución de su problema de salud, y un 6,91 a los consejos del médico sobre alimentación, ejercicio, tabaco, alcohol, etc.
Otro aspecto interesante del Baremo es que los ceutíes suspenden a los servicios sanitarios públicos en todo lo que tiene que ver con la información facilitada: 3,98 a la que da la Administración sanitaria sobre los servicios que presta, un 3,43 a la de los derechos y vías de reclamación de que disponen los usuarios, un 4,02 a la referente a las medidas y leyes adoptadas por las autoridades sanitarias, un 4,66 a la emitida a través de las campañas dirigidas a la población sobre los principales problemas de salud, un 4,50 a la disponible sobre qué trámites realizar para acceder al especialista o ingresar en un hospital, un 4,89 a la referente a hábitos de vida saludables, y un 4,33 a la información sobre el buen uso y los costes de funcionamiento.
Por otra parte, los ceutíes consideran que en los últimos cinco años se ha mejorado en atención primaria y hospitalaria y en urgencias.

Igualdad, y si hay que pagar, que lo haga quien más recursos tenga

Los ceutíes consideran que la sanidad pública presta los mismos servicios a todas las personas con independencia de que resida en una comunidad autónoma u otra (56,56 por ciento dijeron sí y 31,99, no), resida en una zona rural o en una ciudad (52,23 frente a 37,08), sea joven o anciano (70,35 frente a 26,07), tenga un nivel social alto o bajo (64,46 frente a 30,78), sea varón o mujer (86,14 frente a 11,89), sea español o extranjero (66,07 frente a 30,38) y resida legalmente o no (64,47 frente a 29,20). A los ceutíes también les han preguntado si están o no de acuerdo con determinadas medidas que “podrían ser necesarias” para los servicios sanitarios públicos. Los ciudadanos de Ceuta encuestados están en contra de que se aumente la cantidad que actualmente abonan los pacientes en las recetas (el 82,14 por ciento dijo que no quiere que suba y el 15,48 que sí), de que los pensionistas, a partir de un determinado nivel de renta, paguen una cantidad del precio de sus recetas (63,60 que no y 34,82 que sí), de que las visitas al médico de cabecera y a urgencias tengan algún coste económico (80,19 que no y 15,44 que sí) y de que se aumenten los impuestos en la cantidad precisa para destinarlos a los servicios sanitarios públicos (64,72 que no y 32,13 que sí). Se mostraron a favor de que todos los pacientes paguen sus recetas según su nivel de renta (53,83 que sí y 43,80 que no).

Otras opiniones del ciudadano...

No son buenos ‘amigos’ de la ‘Sanidad 2.0’
El 53,71 de los encuestados dice que en Ceuta “no existe” el sistema de receta electrónica. Además, el 100 por cien de los participantes en el Baremo ha dicho que nunca ha comprado medicamentos a través de Internet.
El servicio en Ceuta, “peor” que el de otra autonomía
El 41,41 por ciento considera que los servicios sanitarios públicos de Ceuta son “peores” que los de otra autonomía.
A favor de medidas para no abusar de los servicios
El 70,83 por ciento de los encuestados indica que se deben tomar medidas para impedir el abuso de los servicios sanitarios públicos.
El servicio de urgencias, más valorado en ‘lo público’
Cuando se trata de un familiar, los ceutíes elegirían antes el sistema público si es para urgencias. Para todas las demás situaciones que recoge el baremo –atención primaria, asistencia especializada e ingreso en el hospital– elegirían el privado. La última vez que acudieron a un servicio de urgencias fue el de un hospital público (el 57,79 por ciento).
La Ley del tabaco de 2011 fue una medida “acertada”
Los ceutíes consideran que la nueva Ley del tabaco, que entró en vigor en enero de 2011, fue una medida “acertada”. A esta afirmación le otorgan una puntuación de 8,17 sobre 10. En lo que no están de acuerdo es en adecuar la Ley en beneficio de los fumadores. Dan una puntuación de 4,24. Los encuestados creen que se está cumpliendo la prohibición de fumar en bares y restaurantes (7,80) pero que no ocurre lo mismo con la prohibición de fumar en los alrededores de hospitales y colegios (4,86). No obstante, la prohibición de fumar en bares y restaurantes no ha tenido incidencia en su visita a los mismos. Un 56,13 por ciento acude “igual que antes” a estos lugares. El 65,58 de los encuestados no era fumador y el 20,57 dijo que la Ley “no ha influido” en su consumo de tabaco.
De 15 días a 3 meses para ir al especialista
En ‘lo público’, el 24,65 por ciento tardó hasta 15 días para una cita con el especialista, el 18,40 hasta un mes, el 24,59 hasta dos meses y el 18,53 hasta tres meses. La media de espera de la última vez que pidió cita para su médico de cabecera fue de 5,32 días.

Los ceutíes creen que se “abusa” de bajas y son más frecuentes entre funcionarios

Los ceutíes consideran que algunos trabajadores “abusan” de la baja por enfermedad “presionando” a los médicos para que se las den. En el Baremo Sanitario de 2012, dan una nota de 7,21 sobre 10 puntos a esta afirmación. También entienden que las bajas son “más frecuentes en los trabajadores del sector público que en los del sector privado”, con un 7,01 sobre 10.
Los encuestados también están de acuerdo, aunque en menor medida, con las afirmaciones “la baja por enfermedad es una prestación que habitualmente se utiliza de forma adecuada” (un 5,33), “los médicos las dan con cierta facilidad para evitarse problemas” (6,23) y “existe permisividad social con las personas que abusan de ellas” (6,69).
En cuanto a las bajas por enfermedad, el 79,63 por ciento de los encuestados no ha estado en esta situación en los últimos doce meses, y la última vez que estuvieron de baja esta fue de 4 a 7 días (el 40,75 por ciento).