El consejero de Sanidad y Consumo, Hakim Abdeselam, presentó ayer el Atlas de Mortalidad de Ceuta 1999-2008, un documento en el que se analiza por primera vez la relación entre la mortalidad y la zona en la que se reside, con el objetivo de conocer las causas y patrones de distribución de la mortalidad en la ciudad.
Este documento, que será objeto de unas jornadas que se organizarán próximamente, servirá para diseñar el futuro plan de salud, así como para la realización de estudios epidemiológicos y preventivos que ayuden a la definición de las políticas sanitarias de vigilancia de la salud pública, explicó el consejero, que compareció junto con las personas que han participado en su diseño, entre los que se encuentran el jefe del Servicio de Prevención y Promoción de la Salud y la jefa del Servicio de Sanidad Ambiental, José María Sánchez y Rebeca Benarroch; y por José Miguel Cantón, licenciado en Ciencias Políticas y Sociología. Se trata de un informe que recoge siete años de investigaciones y que emana del desarrollo del vigente plan de salud, “donde vimos que había diferencias en la mortalidad en función del distrito en el que se residía”. Entre las conclusiones del estudio destaca que las tres primeras causas de mortalidad coinciden en Ceuta con las que se producen a nivel nacional, es decir, en primer lugar las dolencias coronarias y cardíacas (33.56%), luego las oncológicas (22,8%) y en tercer lugar las enfermedades respiratorias (11,80%). Sin embargo la diferencia estriba fundamentalmente en el hecho de que dolencias de tipo endocrino, nutricionales o metabólicas, como la diabetes (5,42%), y las infecciosas (4,82) ocupan el cuarto y quinto lugar, cuando a nivel nacional serían traumatismos y envenenamiento y enfermedades del sistema nervioso. Por otra parte, su elaboración ha sido todo un reto, y según confesó Abdeselam, también una necesidad. “Pensamos que es un documento de trabajo que va a ser bastante importante y enriquecedor. Nos guiará en un futuro, ya que el próximo Plan de Salud se adaptará a los peculiaridades de nuestra ciudad, adaptando además los programas a la realidad que se vive en Ceuta”. Por su parte, la jefa del Servicio de Salud Ambiental, Rebeca Benarroch, recordó que hace siete años que se empezó a gestar este documento, una vez que se dieron cuenta de las diferencias que se producían entre unos barrios y otros, “y nos propusimos a analizar las causas”.
Siete años menos de esperanza de vida en el Príncipe
El atlas también compara la esperanza de vida y los principales indicadores de la mortalidad de Ceuta con los del resto de España para estudiar su evolución durante estos últimos años. Así, por ejemplo, la esperanza de vida es ligeramente inferior (79 años) a la media nacional, situada en 81 años, y llama la atención además que esta esperanza de vida sea mayor si se reside en la zona centro en lugar de la periferia. Así, por ejemplo, alguien que viva en el barrio del Príncipe Alfonso tiene unos siete años menos de esperanza de vida que en las calles más céntricas.