La Consejería de Sanidad de Ceuta ha firmado un decreto para ordenar el cierre del bar Tapi, ubicado en el Morro “por positivismo del Covid” y por haberse hecho en su interior la celebración de una comunión que no estaba autorizada y a la que acudieron cerca de 70 personas, según ha confirmado la propia Consejería a El Faro de Ceuta. Indican además que ha sido “complicada” la localización de las personas asistentes ya que en un principio no se obtenían los datos necesarios habiendo nula colaboración. Y es que no se mandaron los listados de las personas que iban a acudir al evento porque no se había pedido tal autorización ya que de haberse hecho se iba a negar, al haber riesgos por la cantidad de personas citadas. El decreto de Sanidad ya ha sido notificado al área de Gobernación para que actúe la Policía Local.
Esta situación ha provocado que se tenga que proceder al aislamiento de todas las personas que acudieron a la comunión y, a su vez, se tendrá que buscar a los contactos de contactos, destacándose lo difícil que va a resultar localizar a todos porque, indican desde la Consejería, no se ha tenido un listado previo de asistentes facilitado como ordenó Sanidad que se tenía que hacer. De haberse tenido no se habría autorizado una celebración con esa cantidad de personas por el riesgo que supone. Al haber un positivo, han saltado todas las alarmas.
Una de las problemáticas sanitarias que se ha puesto de manifiesto en las últimas semanas es la vinculada a la celebración de las comuniones debido al riesgo de contagios. La celebración de las comuniones ha llevado a Sanidad a marcar límites en las invitaciones a los eventos posteriores que es donde existe el riesgo. En las iglesias se está cumpliendo a rajatabla el protocolo, no hay problemas y de hecho el aforo se ha respetado hasta el punto de que se ha reducido la invitación de los familiares del niño o niña que se comulga, pudiendo asistir solo padres, hermanos o abuelos y hasta un número concreto.
Pero a pesar de las advertencias, las reuniones sociales siguen celebrándose incumpliéndose muchas de las medidas que impuso Sanidad. Como, por ejemplo, el mal uso de las mascarillas y el distanciamiento social. En la jornada del jueves, el consejero de Sanidad, Javier Guerrero, afirmaba que la mayor tasa de positivos en Ceuta se situaba en la franja de edad de los 30 a los 39 años, y que coincidía con personas que mantenían más reuniones familiares y sociales. Incluso de trabajadores que provienen de la Península para cubrir sus puestos de trabajos. Ya en pleno agosto, Guerrero aseguraba que la mayoría de los positivos eran importados y que el abrir el tráfico marítimo hizo que el trabajo de los rastreadores fuera más complicado.
Parecenque son noticias que van a estar a la orden del día y que están haciendo que el virus siga manteniendo más fuerzas que nunca. Ahora mismo, en esta segunda oleada Ceuta se sitúa con 13 hospitalizaciones, la peor cifra desde que comenzó la crisis sanitaria del coronavirus.
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