La Consejería de Sanidad “no se ha planteado nada” con respecto a la organización de un campamento para niños diabéticos este año como el desarrollado el año pasado a finales de septiembre, que ha terminado en diligencias penales sobreseídas por la titular del Jugado de Instrucción número 6, contra cuya resolución han presentado recursos de apelación y reforma las familias de la mayoría de los menores asistentes por presunta mala praxis o imprudencia profesional.
Sea cuando fuere, en el caso de que volviera a promoverse una iniciativa de este tipo la coordinadora del Programa de Diabetes de la Consejería, Margarita Medina, ha expuesto blanco sobre negro en un informe que deberían cambiar muchas cosas.
En primer lugar, reclamar a las familias por escrito “la dieta que sigue el menor con las raciones de hidratos de carbono que deben consumir y las fichas o partes médicos en los que consten con exactitud las pautas de insulina rápida y lenta”.
También se exigiría al personal sanitario encargado del campamento “que conozca con antelación suficiente el contenido de cada ficha o informe” y que se reúna con las familias “para abordar todos los puntos a tener en cuenta en la atención sanitaria a cada menor”, así como disponer de facultativo especialista en Endocrinología y educador en diabetes.