Sanidad saca otro decreto para desconfinar algunas naves del Tarajal

La Consejería de Sanidad de Ceuta ha sacado adelante un decreto de desconfinamiento en las naves del Tarajal, que afecta a los marroquíes que hayan cumplido 14 días aislados por haber sido contacto con algún positivo en covid y que hayan dado negativo. Fue la autoridad judicial la que ordenó primero el confinamiento de dos naves, para después ampliar la medida a dos más, al objeto de garantizar la no extensión del virus evitando contactos entre las personas que habitan este polígono de naves comerciales transformado, tras las entradas masivas de mayo, en una especie de centro de inmigrantes paralelo al CETI.

Este sábado, horas después del amotinamiento protagonizado por unos 80 marroquíes y que fue adelantado por FaroTV, se fue permitiendo la salida de las naves de los que llevaban ya 14 días encerrados y en el cribado realizado dieron negativo. Hoy domingo seguirá saliendo más gente del interior de esas naves, afectando la medida a cerca de 500 personas. Quedarán unos 200 siguiendo medida de confinamiento hasta cumplir el periodo estipulado y comprobarse que da negativo en el caso de haber tenido el virus. Además se sigue con la vacunación entre los marroquíes que habitan las naves.

Los nervios y el miedo a la deportación provocaron que la tensión que iba acumulándose jornadas anteriores estallara en la misma noche del viernes con el amotinamiento de decenas de personas, lo que llevó a un despliegue de las fuerzas de seguridad. No llegaron a intervenir al recuperarse la calma entre los marroquíes previas negociaciones con la seguridad privada y componentes del CNP.

Con ese decreto, que tiene un anexo con la relación de personas que ya pueden hacer una vida normal y que se comunica tanto a Policía Local como a Cruz Roja, se desconfina a cientos de personas que ya pueden salir de las naves al haber pasado el tiempo que deben permanecer aislados, y que ha sido garantizado por orden judicial ya que si no, no existía manera de que se llevara a cabo.

El miedo a ser devueltos a Marruecos persiste entre los cientos de marroquíes que habitan este lugar, muchos de ellos solicitantes de asilo que tenían además cita y que no han podido salir para cumplimentarla. Por eso mismo sospechaban que detrás de la orden de confinamiento existía, en el fondo, una supuesta operación de deportación. Más aún cuando estaban confinados pero no habían dado positivo, siendo incapaces de entender que las medidas sanitarias por contacto con afectados deben cumplirse sí o sí, más aún cuando uno de los brotes de esta quinta onda se ha focalizado en las naves, aunque el factor inicial de contagio ha sido externo.

El ambiente, ayer, era de mayor calma después de la convulsión generada. El repunte de tensión ocasionado se vincula al nerviosismo de los habitantes ocasionales de este lugar, ya que con anterioridad el ambiente ha sido siempre bueno y sin mayores tensiones que las circunscritas a la concentración de un elevado número de personas en convivencia forzada.

Con este nuevo decreto se irán aplicando las normas sanitarias para que el grueso que ha cumplido la medida de aislamiento pueda salir, manteniéndose confinadas las naves que lo requieren ya que siguen notificándose algunos casos.

Jornadas de tensión que estallaron con un motín

Los marroquíes que habitan las naves del Tarajal protestan por la situación en la que viven, lo que terminó derivando en el primer amotinamiento que se recuerda desde que el polígono fue empleado por la Ciudad para tener primero a los menores y después a los adultos, disponiendo de hasta cinco naves. El problema se produjo con los primeros casos de covid, lo que llevó a que los marroquíes presagiaran la puesta en marcha de una deportación a su país, algo que no quieren que se produzca. El hecho de estar confinados y el no poder salir a la calle derivó en pensamientos orientados a sospechar que iba a ejecutarse algún tipo de salida extraordinaria, lo que dio pie a un amotinamiento, el primero que se produce en este lugar.

Los propios marroquíes han comunicado a este periódico que temen que no se atiendan las peticiones de asilo que han presentado ya. En la noche del viernes, a la seguridad privada desplegada en las naves se le sumó el destino al lugar de Policía Nacional y Local con orden de intervenir.