La Ciudad Autónoma, a través del área de Sanidad Animal, dependiente de la Consejería de Sanidad y Consumo, confirmó en septiembre el brote de mixomatosis en los conejos de monte que hay tanto en el Monte Hacho como en García Aldave.
Se hizo a través de una muestra recogida a finales de septiembre, procedente de un ejemplar encontrado muerto en el Monte Hacho.
El área de Sanidad Animal, que ya había detectado días antes conejos muertos, decidió ese día enviar una muestra al Laboratorio Central de Veterinaria, en Algete, consistente en una muestra del párpado y del ojo del animal. Poco después, el laboratorio de esta localidad madrileña, que depende del Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino, envió los resultados a Ceuta, en los que salió positivo.
A partir de ahí, la competencia sobre qué acciones emprender recae sobre las comunidades o ciudades autónomas. En este caso, se decidió que no había que hacer nada debido a las características de la enfermedad, muy frecuente en animales de este tipo.
La mixomatosis es una enfermedad de tipo vírico que deja al conejo ciego. Su origen está en América, aunque se ha expandido con rapidez al resto del mundo. Es una enfermedad con alto índice de mortalidad entre los conejos, pero inocua para los humanos. De hecho, este es el motivo por el que, según explicaron ayer desde la Ciudad Autónoma, se ha decidido no hacer nada al respecto. “Con el tiempo, la enfermedad desaparece y sólo quedan los más fuertes, que desarrollan defensas ante el virus”, explicaron desde la administración autonómica. Sin embargo, de haber existido alguna explotación en Ceuta dedicada a la cunicultura, el panorama habría sido mucho peor y de grandes pérdidas.
La transmisión de este virus es por vía de los mosquitos. Un conejo enfermo recibe el picotazo de uno de estos insectos, y cuando otro especimen recibe un picotazo, adquiere el virus y la mixomatosis empieza a desarrollarse. La muerte de los conejos afectados por esta enfermedad puede ser especialmente lenta y dolorosa, ya que al quedarse ciegos no tienen posibilidad de alimentarse, y poco a poco van perdiendo peso.
Si bien la enfermedad no se transmite a los humanos, es cierto que al comer un conejo que tuviera esta enfermedad, el sabor de la carne es malo, además de que la cantidad será mucho menor, por el peso que el ejemplar ha perdido mientras padecía el virus que origina esta patología. Tal y como habían llegado varias denuncias ciudadanas a este periódico (como la de la foto inferior de esta noticia), desde hace semanas se están detectando gran cantidad de ejemplares muertos, de un brote que lleva activo desde agosto.
Será beneficiosa la llegada del invierno, ya que el frío hace desaparecer el virus y en gran medida a los mosquitos que lo contagian; además, la especie se fortalece. En cuanto a las causas, puede aparecer espontáneamente, pero bastaría con introducir en la zona ejemplares ajenos a la colonia autóctona y que un especimen de estos padeciera la enfermedad.
Marruecos prevé aumentar los recursos de los que dispone para control sobre inmigración y tráfico…
El Teatro Auditorio del Revellín de Ceuta acogió este viernes por partida doble una obra…
De las 80 personas a bordo de una patera que naufragó en aguas marroquíes se…
No puedo, es más, no quiero callar por más tiempo. Nadie me ha pedido que…
Siguen echándose al mar. La Guardia Civil encadena jornadas consecutivas vigilando el entorno del espigón…
Este viernes ha comenzado la décima edición del ‘X Torneo Rosport Cup Navidad’ que se…