Dos años lleva trabajando el Gobierno autonómico y la Delegación del Gobierno para poder solucionar el problema de la prohibición de la exportación de productos de origen animal a toda la Unión Europea. Ahora mismo, tal y como anunció ayer el consejero de Hacienda de la Ciudad Autónoma, Emilio Carreira, parece que determinadas gestiones realizadas por el secretario de Estado de la UE, Íñigo Méndez de Vigo ante la ministra de Sanidad, Ana Mato, han dado sus frutos. La titular del departamento ha telefoneado al consejero de Sanidad de Ceuta, Abdelhakim Abdeselam, y le ha comunicado que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria va a certificar que se cumplen con los requisitos para poder exportar estos productos.
Es un tema que cuando comenzaron las negociaciones se descubrió que esa prohibición desde la UE dependería de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y allí lleva el tema parado algunos meses y ahora se ha desbloqueado definitivamente, con lo cual esas gestiones al alienó de las dos administraciones han dado sus frutos.
Tal y como comentaba el propio Emilio Carreira, la posibilidad de que se pueda volver a exportar productos de origen animal desde nuestra ciudad a toda la UE abre una campo enorme tanto para la futura instalación de empresas conserveras, tal y como hace unos treinta años existían en Ceuta o incluso otro nicho importante es desde luego la gran demanda de carne al-lal en todo el territorio peninsular e incluso más allá de nuestras fronteras y donde Ceuta tiene de manera especial una gran fabricación porque goza de todas las garantías exigidas.
Cuando se produzca esa certificación por parte de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria, la Unión Europea introducirá a los productos que se puedan exportar desde nuestra ciudad en la ‘lista verde’ donde ya no habrá ningún problema.
Alice tuvo que cerrar en nuestra ciudad
Encontrar industrias en Ceuta es algo difícil, y hubo un momento en que ciudadanos italianos pusieron en marcha Productos Alice, de manera que comenzaron la exportación a distintos países de la Unión Europea de productos derivados de la leche, pero la entrada en vigor de esa normativa que todavía pesa como una losa para la realización de actividades industriales con productos de origen animal, hizo que todo el proyecto se viniera abajo.
Era una inversión que por supuesto comenzó con una pequeña fábrica, pero que poco a poco comenzó a crecer y cada vez tenían más empleados. Pero la UE se les vino encima y al Ministerio de Sanidad no les quedó más remedio que aplicar la normativa.