La Ciudad Autónoma de Ceuta tiene la suerte de contar con la Asociación
Protectora de Animales y Plantas de Ceuta (APAC), ya que es la única protectora en la ciudad, a pesar del nacimiento de diversos movimientos enfocados al bienestar de los propios
animales. Muchos de estos cuentan con historias desoladoras, como es el caso de Sander.
Sander es la viva imagen del maltrato animal. Lo adiestraron para mucho más que defender un piso o una finca. Lo entrenaron a sabiendas del daño que ocasionaría en el animal para convertirse en un perro de sparring, es decir, perteneciente a las peleas clandestinas que los desalmados organizadores, carentes de conciencia y remordimiento, gestionan sin control y evitando la ley.
Su acogida por parte de la Protectora fue posible gracias a las persistentes denuncias interpuestas por los vecinos, quienes dolidos por la impotencia y hartos de los constantes daños al animal decidieron tomar cartas en el asunto. Ya no solo se trata de heridas físicas, sino que va más allá, es una vida que ha quedado marcada por el resto de sus días, como consecuencia del trauma creado por las ansias de violencia humana entre especies animales. El animal no es el malicioso, sino el humano con sus ruines intenciones.
Sander, a pesar de estar hecho estragos, no tardó en mostrarse agradecido ante el repentino y constante cariño que está recibiendo. “Solo sabía dar las gracias moviendo la colita y con lametones”, comenta Rocío Ríos de la protectora.
¿Qué demuestra esto? Simple: que el amor prevalece al odio.
Ser el nuevo nunca es fácil, y menos si traes contigo un pasado escandalosamente torturador, pero este pequeño canino supo hacerse un hueco sin problema, sin prisa pero sin pausa. Actualmente, es capaz de convivir con ciertos perros, como es el caso de Noah, acogido en Francia, o Happy, quien es su actual compañera. Quizás el único impedimento es su marcado carácter huraño con los felinos, ya que como cuenta la Protectora “en casa se porta muy bien, algo que comprobamos cuando debido a las pasadas inundaciones tuvo que marcharse de acogida junto con Noah y se adaptó estupendamente”.
Llegados a este punto, se piensa que a partir de aquí todo son ladridos juguetones y lametazos de amor. Sin embargo, hace un mes y medio Sander comenzó a tener convulsiones. Por el momento, está siendo sometido a rigurosas pruebas clínicas. El primer diagnóstico apunta a una epilepsia, grave si continúa sin tratamiento. Lo que mantiene con el corazón encogido a todos sus cuidadores es el tiempo que sufre sin que nadie pueda prestarle auxilio, ya que son tantos animales necesitados que no se da abasto.
Sander, a la espera de la
adopción, es solo uno de los muchos animales, por desgracia, que requieren no solo de un techo bajo el que dormir y comida con la que subsistir, sino también de alguien que les brinde un hogar, un lugar en su corazón.
Si está interesado en la adopción de Sander, o en la colaboración siendo voluntarios, póngase en contacto con la Protectora de Animales y Plantas de Ceuta a través del siguiente número de teléfono: 663-185-288
La labor de las fundaciones y protectoras animales, encomiable por su falta de beneficio económico propio, recibió un limitado sosiego en el año 2020, inicio de la pandemia y momento en el que los ciudadanos comenzaron a adoptar de forma masiva, creciendo un 15% las adopciones, a perros para poder salir a la calle. Pero la tranquilidad fue cosa de unos meses, ya que pronto fueron dejados a su suerte bajo la intemperie sin alimento ni refugio, carentes de alguien que les brindase el cariño que merecen.
El abandono de animales, en especial el canino, se encuentra en constante aumento, con unas cifras alarmantes que precisan de una inmediata intervención no solo por parte de los ayuntamientos sino también por la acción ciudadana. “Más de 285.000 perros y gatos fueron recogidos en 2021” destaca la Fundación Affinity que se autoimpone la misión de difundir los beneficios del vínculo entre personas, gatos y perros, así se puede leer en su página oficial.