María Antonia Trujillo, ministra del gobierno de España por obra y gracia de José Luis Rodríguez Zapatero, el hombre que estuvo a punto de aislar a España para siempre de la amistad con los Estados Unidos. Personajes todos abducidos por el sentimiento antiamericano similar al de otros ilustres personajes como Maduro, Ortega el nicaragüense o Castro. No es una cuestión vinculada a ser del Psoe, porque González y Bush eran amigos, igual que Sánchez y Biden. La enfermedad no es del partido en el que militan o militaron, sino derivada de su escasa formación, nulo patriotismo y una clamorosa falta de respeto hacia los demás, pero el Psoe debería mandarla a tomar… A ella y a su mentor.
Ella, la exministra para nada, dedicada ahora a defender los intereses de quien le paga, o sea, Marruecos, como el otro que defiende también a quien le paga, Maduro, desbarra contra su propio país, España, aunque a lo mejor ya no lo considera suyo, no sólo por pretender cambiar nuestro mapa y nuestra soberanía territorial, si no por sentirse atacada por quienes expresan una opinión contraria a la suya que, desde luego, está mucho mejor fundamentada que la que ella expresa también libremente, eso sí, previo pago.
Pues claro que España es un país democrático y no el que ella ahora defiende. Es normal que los ceutíes, de cualquier religión, prefieran estar bajo una democracia que bajo un régimen que puede llegar a ser capaz de usar menores para conseguir objetivos políticos, aunque ponga en riesgo sus vidas.
¿Qué clase de país sería España si no se pudiesen criticar las afirmaciones de una persona como María Antonia Trujillo?
Creo sinceramente que lleva demasiado tiempo en Marruecos y ya ha perdido la costumbre de convivir con la libertad de expresión. La suya, por supuesto, aunque sea insulsa, soez e insolvente, pero la de los demás también.
Sus últimas declaraciones, tan ofendida ella con el país que la hizo ministra, sólo confirman que hasta las grandes naciones cometen errores garrafales. Bueno, el país no, sino quien la puso y comparte atril y foro con ella.
No cabe peor traición que la que se paga con dinero.....
Por qué si esta señora lo que dice es por ignorancia o desconocimiento ....también es culpa de ella, por qué debería de conocer la historia de Ceuta y Melilla , así que tiene doble culpa y la peor es que lo hace por dinero....sin importarle la verdad...no cabe peor traición....!
Enhorabuena por tu artículo Emilio....!