Sánchez-Prado, las víctimas del Halifax o del Guadalete: una ruta por el cementerio

La calma ha reinado en el cementerio de Santa Catalina. A pesar de la fecha tan significativa, los trabajadores del camposanto, en todo momento atentos a la limpieza de las instalaciones, apuntan que las personas aprovecharon el pasado sábado y domingo para visitar a su familiares difuntos y este lunes no ha sido tanta la gente que se ha acercado.

Pero lo que sí han destacado, como es costumbre en esta ocasión, han sido las flores, de todos colores, de todos los tipos. La mayoría de las tumbas han estado adornadas y eso se ha notado.

Y una de las que más visitas ha tenido ha sido la del querido médico y político que fue alcalde de Ceuta. A pocos metros de una de las entradas, Ana y Maricarmen, tras haber rendido homenaje a sus familiares se han detenido donde reposan los restos de Antonio López Sánchez-Prado, un lugar al que acuden todos los años para dejarle flores, convencidas de que la fe fue el mayor legado que dejó.

“Todos los años, si venimos en esta fecha venimos, y si venimos en otra, antes de esta fecha, también llegamos. Le tenemos mucha fe, ha sido un médico muy bueno en Ceuta, a todo el mundo acá lo ha favorecido, le ha dado lo que le ha hecho falta, era médico y era muy bueno”, ha dicho Ana.

Maricarmen ha recordado que “no le cobraba a la visita y encima, debajo de la almohada le dejaba dinero” y ha asegurado que “fue para mí muchísimo, yo lo tengo en mi casa en un cuadro y sus flores no le faltan, y yo no vivo aquí, yo soy de aquí pero hace treinta años vivo fuera, pero cada vez que vengo sus flores no le faltan, vengo a su tumba y en mi casa no le faltan”.

Recorriendo el cementerio también hay otros lugares que llaman la atención de las personas que aprovechan la visita a sus familiares para admirar construcciones que resaltan sobre lo que puede observarse alrededor.

El osario de Legionarios y el panteón de Regulares son algunos de ellos, así como el mausoleo en honor a los militares fallecidos en la Guerras de África, entre las galerías San Eduardo, San Enrique y Nuestra señora de Las Mercedes.

También hay quienes se detienen un rato a admirar los lugares donde descansan otros personajes. En las propiedades de la 109 a la 112, en la Galería San Antonio, se encuentran las tumbas de cuatro de las 34 víctimas del hundimiento del dragaminas Guadalete: tres marineros y un cabo. Todas adornadas con flores amarillas y rojas, simbolizando la bandera española.

Mientras que en la galería Santa Teresa de Jesús, reposan los restos de siete de los caídos en las Campañas de Marruecos, y siguiendo hacia la Galería de Santa Gema, se perciben a simple vista las placas de los tripulantes del Halifax DT586, que en la madrugada del 28 de enero de 1943, se precipitó en los montes de García Aldave. Mientras que en un lugar apartado y con visibles signos de deterioro, está la tumba de Ángel García Ruiz, fundador del conservatorio Municipal de Música y autor del Himno de Ceuta.

Para visitar a sus familiares, José Luis ha sido otra de las personas que se ha querido acercar este lunes al cementerio. Él acostumbra a asistir todos los años al camposanto por tradición, pero también lo hace todos los meses para visitar a sus padres, a su suegro, a sus tíos y a sus primos.

“Siempre, el Día de todos los Santos, por tradición, venimos a ver a nuestros familiares, entonces les traemos flores y se le pone a ellos, que los tenemos aquí para toda la vida, es un día muy especial, entonces todo el mundo viene a verlos y a ponerles sus flores”, ha contado.

Para Pilar también es un día muy significativo y la visita al cementerio es una manera de recordar a aquellos seres queridos que ya no están con ella, a quienes les reza mucho para rendirles homenaje. “Estamos siempre pendientes de ellos, venimos todos los meses, pero en esta fecha no dejamos de venir tampoco.Yo tengo a mi marido, a mis padres, a mis abuelos, a mis tíos, una serie de familiares”.

Maricarmen también ha querido recordar a sus difuntos en este día y ha acudido con su esposo a hacerlo. “A mí me encanta venir siempre en estas fechas para recordarle, ponerle flores, limpiarle el nicho y le rezo un poco y ya está”, ha señalado.