En su intervención ante el Senado, programada para la mañana de este martes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, abordó la cuestión de la crisis migratoria sufrida desde su llegada al Ejecutivo. Se trata de una participación solicitada por el mismo Senado y que se ha acompañado por una exposición previa donde también ha informado sobre la actuación del Gobierno desde que asumió sus poderes ejecutivos. En sus palabras, Sánchez aseguró que usar el concepto de
crisis migratoria es pretender favorecer una “retórica alarmista, pero falsa”, no obstante, instó a no dejarse arrastrar por ese discurso que sólo favorece a la exclusión y la xenofobia. “Esta es la España que no se deja arrastrar por el alarmismo”, apuntó. Frente a la Cámara, Sánchez aseguró que con la llegada del PSOE a la Moncloa se ha recuperado la política migratoria perdida durante los años de Gobierno del Partido Popular. Criticó la postura que ahora adoptan los populares desde la oposición, señalando que durante su estancia en el poder, la llegada de inmigrantes de manera irregular se incrementó en un 300%. “Con este Gobierno no llega la migración, llega la política migratoria”, aclaró el presidente al Senado. Asimismo, indicó que los fenómenos migratorios obedecen a muchos factores y reconoce que se han cambiado las rutas migratorias. Explicó, por tanto, que se trata den problema de índole europeo, ya que España es frontera exterior de la Unión Europea, por lo que “es necesaria una perspectiva europea” para abordar la migración y crear política migratoria con los países de origen y de tránsito. Pedro Sánchez aseguró que desde su llegada al Gobierno se han efectuado políticas para favorecer la cooperación con los países del norte de África y del África subsahariana, así como para mejorar el control de fronteras y de la lucha contra las mafias que promueven la inmigración ilegal, con 27 operaciones para paliar esta actividad. En el lado opuesto, el presidente fue crítico con el Gobierno anterior, recriminando su nula política migratoria. Señaló la disminución de efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en las fronteras del país, provocando un incremento de la llegada de inmigrantes del 300% y una disminución del 50% de las solicitudes de asilo. En esta intervención valoró de manera positiva la acogida del buque Aquarius, aunque no profundizó sobre los asuntos relacionados con las devoluciones en caliente llevadas a cabo durante su llegada al poder. Sí promulgó el discurso de integración como forma de favorecer la inmigración legal y ordenada, frente a la manejada por las mafias. “Integración como un valor irrenunciable”.