El control que la Ciudad mantiene sobre el Parque de San Amaro no es el idóneo. Y a las pruebas me remito. Se trata de una superficie inmensa en la que cada vez hay menos vigilancia, lo que da pie a que ocurran sucesos como el que hoy contamos: el robo, ya denunciado, del cervatillo nacido este mismo mes en el Parque. Antes ha habido más: mataron a las cabras, murieron otros dos ciervos en periodo de berrea, mantuvieron a la mona mangabey porque les dio la gana ya que tenían que hacer valer el gasto que habían hecho en la jaula... La conciencia sobre el cuidado de los animales la deben tener estos gobernantes en las posaderas, ya que no me explico cómo pueden suceder hechos así. O si me lo puedo explicar: solo cabe una conclusión a todo esto, que la Ciudad mantenga San Amaro como un burdo escaparate en el que se han gastado millones sin conciencia alguna, cargándose la esencia del mismo obviando el sentido que debía tener. Joder, si hasta hace poco estaban manteniendo los altavoces con el hilo musical de la radio pública... ¡Hasta los pavos reales se habían marchado de la zona...!, menos mal que ahí estaban los vecinos y usuarios del lugar para protestar y conseguir, así, que al final los quitaran.
El Parque de San Amaro siempre ha sido un emblema para Ceuta. ¿Pues no lo dice en sus discursos hasta el presidente de la Ciudad cuando se pone en plan poético y melancólico? Da pena que esas querencias se queden en papel mojado, porque a la vista está que la atención es más que deficiente. Y ¡ojo!, que aquí todos somos muy listos. No estoy criticando a los trabajadores de San Amaro. Que hay políticos que son sagaces y gustan de callar a un medio de comunicación echándoles a los trabajadores encima, de esta manera escurren el bulto porque saben que han cometido un error pero deben salir airosos.
A mí, desde luego, no me valen esas excusas, como tampoco les valen a muchísimos usuarios del Parque, a vecinos y amantes de los animales y la naturaleza que ven, con perplejidad, cómo las cosas no se están haciendo bien. Si la Ciudad es incapaz de mantener el Parque como se debe, con las garantías debidas, evitando que roben animales (¡a dónde hemos llegado!), permitiendo que maten a las cabras y dejando el lugar que estas ocupaban completamente abandonado... que lo diga y que busque remedio. Espero, por higiene mental, no tener que escuchar más patochadas en forma de discursos oficiales sobre un Parque que no está a la altura. Eso sí tiene mucho cemento, muchas fuentes y esconde muchos millones. Nada más.