El colegio ‘San Agustín’ volvió a demostrar ayer que es un centro que se vuelca con las situaciones que requieren la ayuda de todos. Ayer, la comunidad educativa se volvió a unir para aportar su granito de arena en la ardua tarea para devolver a Filipinas a la normalidad tras el tifón Haiyan.
Así, celebró una jornada cuyo objetivo era, además de ayudar, tomar conciencia de las distintas realidades que conviven en nuestro mundo y también mostrar el compromiso de solidaridad del colegio con los más necesitados.
La jornada contó con numerosos actos en los que participaron profesores, alumnos y padres. Durante los recreos, los escolares colaboraron con el ‘bocadillo solidario’. Después se celebró la oración en el patio del colegio, en la que el Padre David y el Padre Santiago invitaron a los escolares a ser generosos y solidarios.
Al finalizar la oración, se sirvió una paella y hubo servicio de bar durante todo el día, donde los participantes además de tomar un refrigerio, colaboraron con la causa.
Ya por la tarde se desarrollaron otras actividades para los escolares, todas ellas con un carácter solidario. Así, se instaló un castillo hinchable y se celebró una fiesta de disfraces y taller de manualidades. La tarde también contó con un cuentacuentos en el que participaron numerosos niños.
El centro había establecido previamente un plan para que todos colaboraran. De esta manera, los alumnos de Educación Infantil aportaron un donativo voluntario; los de 1º, 2º y 3º B de Primaria una tortilla cada alumno; los de 3ºA de Primaria empanadas y embutidos; los de 4º, 5º y 6º de Primaria y ESO 5 euros cada uno para pagar las bebidas (cada dos alumnos pagaban una caja de refrescos); y los de Bachiller 5 euros cada uno para pagar la paella. De esta manera fue posible instalar una barra cuyos beneficios se unían a la recaudación.
Desde el colegio valoraron al final de la jornada la participación de toda la comunidad educativa y el desarrollo de las actividades. Todos los fondos recaudados durante el día de ayer irán destinados al pueblo de Filipinas, ya que “a pesar del tiempo transcurrido sigue siendo necesaria nuestra ayuda”, indicaban desde este centro escolar. Todos los beneficios conseguidos se gestionarán a través de la Fundación REDA (Red Agustiniana para el Desarrollo y la Educación).