Salvador Fossati Puertas es un joven ceutí de 33 años que desde hace cinco trabaja como médico especialista en Anestesiología y Reanimación en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Ha sido uno de los coordinadores de la Unidad de Cuidados Intensivos
COVID-19 llevada a cabo por el Servicio de Anestesia de su hospital durante la pandemia. En esta unidad ha atendido a 45 pacientes graves o en estado crítico.
–¿Cómo está viviendo esta situación de crisis extrema y anómala desde su posición como médico? –Es cierto que a los médicos nos gusta enfrentarnos a retos nuevos de vez en cuando. Conforme avanzaba la situación crítica en Italia, íbamos preparándonos de manera teórica, práctica y logística para una situación parecida. Pero no nos esperábamos para nada las situaciones extremas que hemos vivido estos dos meses. A diario, nuestro trabajo permanece en la sombra. Algunas personas no saben que somos médicos cuando somos los encargados de velar por la seguridad del paciente que se está operando.
–¿Cómo son ahora los días en el hospital? ¿Ha cambiado mucho su rutina de trabajo? –Estamos acostumbrados a anestesiar pacientes para todo tipo de cirugías. También somos los encargados de estos pacientes en el postoperatorio inmediato, las horas más críticas. Nuestra rutina cambió totalmente. Si en una unidad de 10 camas de enfermos recién operados suelen evolucionar, como mucho, tres de manera más tórpida, imagínese de un día para otro ingresar a 45 enfermos con una situación respiratoria agonizante, además de la afectación de otros órganos. Son pacientes que necesitan inminentemente un respirador, cuidados específicos de enfermería y una atención de 24 horas a pie de cama, prácticamente. Afortunadamente, podemos presumir de la buena evolución de los mismos ya que la mayoría han sido dados de alta de la unidad y algunos ya están en su domicilio.
"Cuanto más lo estudiamos, más nos damos cuenta que nos queda mucho por saber”
–¿Cómo está la situación en Madrid? –Ahora mismo los días son raros y lentos, muy lentos. De cara a la posibilidad de un nuevo pico está casi parada la actividad programada para asegurar camas y medios suficientes para posibles nuevos ingresos tras el desconfinamiento progresivo.
–¿Conocemos bien cómo opera el coronavirus? –Para nada. Cuanto más estudiamos sobre el mismo, más nos damos cuenta de que nos queda mucho por saber. Hemos tenido un aluvión de información publicada pero con falta de evidencia, por lo que parcialmente ha jugado en nuestra contra. Pero es cierto también que nunca hemos estudiado algo en tan poco tiempo.
"Hemos recibido información contradictoria en estos meses, por ejemplo con las mascarillas”
–¿Cómo actúa este virus, qué mecanismos tiene y por qué en algunos casos es más letal que en otros? –Al principio nos centrábamos en una afectación casi exclusiva del sistema respiratorio. Poco a poco vamos sabiendo que se trata de una enfermedad que afecta a muchos órganos, lo que llamamos sistémica o multiorgánica, con una afectación pulmonar muy importante. Los indicios apuntan ahora a una lesión de las células que revisten las arterias del cuerpo, sobre todo las de pequeño calibre, es lo que se conoce como lesión del endotelio. Esto lo sabemos también debido a la alteración de la capacidad de coagular de los pacientes y la gran cantidad de trombos que forman los enfermos en distintas partes del cuerpo. No sabemos todavía por qué actúa de una forma u otra, pero hemos podido observar que en varones con sobrepeso u obesidad y mal control de la tensión arterial, la afectación ha sido mayor.
–¿Podríamos saber cuándo se estabilizará la curva de contagios en Madrid? –El aplanar la curva no va a minimizar el número de contagios, pero sí dar capacidad a nuestro sistema de tratar con recursos adecuados a los casos más graves. Ese es el objetivo. Debemos asumir que, mientras no haya una vacuna, la mayoría de gente que se contagie va a desarrollar síntomas leves y luego inmunidad frente al virus; y que habrá casos graves para los cuales tendremos que tener todos los medios posibles para tratarlos.
"Los hospitales se van vaciando poco a poco y en las Urgencias ya acuden por otros motivos”
–¿Cómo podemos combatirlo mientras tanto? –Debemos realizar test a toda la población posible, especialmente a los que han tenido síntomas. Los pacientes testados como enfermedad activa deben permanecer en cuarentena hasta que sean negativos. El resto deberá tener especial cuidado con higiene de manos y usar mascarillas. Ya no es sólo el hecho de contagiarte, si no el de no contagiar tú. No olvidemos que la magnitud de la enfermedad ha sido por la transmisión a través de los casos asintomáticos o poco sintomáticos.
–¿Nos ha pillado desprevenidos? –Mucho. No éramos conscientes de lo que se avecinaba. Yo particularmente le restaba importancia y en parte gracias a la información que nos llegaba desde la OMS sobre China. Se hablaba de que la gripe era más letal, y es cierto, pero no tan transmisible o contagiosa.
–Muchos de los contagios son entre personal sanitario. ¿Se sienten desprotegidos? –Entiendo que ante una demanda masiva mundial de material de protección pueda ser difícil hacernos llegar súbitamente lo que necesitábamos, pero hemos recibido información contradictoria a lo largo de estos meses, como por ejemplo mascarillas que eran aptas y a las dos semanas las retiran por no ser eficaces. La alta tasa de infección de personal sanitario nos da la respuesta. Es duro ver cómo compañeros tuyos caen enfermos y llegar a pensar que pudieran estar tan graves como los pacientes que estás tratando. España no puede permitirse vivir de donaciones, que bienvenidas sean. Creo que la descentralización de la sanidad ha jugado un papel muy importante en la mala coordinación de los recursos sanitarios. En cualquier caso, si algo he echado de menos ha sido material de cuidados intensivos como respiradores adecuados para tratar enfermedades pulmonares graves y otros recursos. A veces, sentíamos impotencia.
–¿Se ve la luz al final del túnel? –Hay que ser positivos y creo que sí. Los pacientes van dándose de alta, los hospitales se van vaciando y en las Urgencias ya acuden por otros motivos. No echemos todo a perder ahora. Cumplamos con las normas de desescalada y protejámonos.
–Todos hablan del día que esto acabe, cuando eso ocurra, ¿qué será lo primero que haga? –Disfrutar de una buena cerveza al sol hablando de cualquier otro tema con buenos amigos que hace mucho tiempo que no veo, a la vez que planeo cómo llegar a Ceuta para abrazar a mi familia y disfrutar de un buen vino con mi padre contándole mi experiencia.