Una especialista en Aparato Digestivo del Hospital Universitario atendió en el ferry a una joven con hiperglucemia.
La paciente se recupera en el clínico.
Podemos necesitar un médico en el momento más inesperado. Y ya es una suerte contar con uno cerca cuando resulta vital, como le ocurrió a una joven con diabetes que viajaba este lunes en el primer ferry de la mañana. Una emergencia en mitad del Estrecho. La intervención de una doctora que regresaba a Ceuta como pasajera en el mismo barco hizo posible que la chica concluyese la travesía con asistencia médica.
“Avisaron de que necesitaban un médico, acudí y había una chica con una hiperglucemia que necesitaba atención”, reconstruyó ayer Dina Chaaro Benallal, la médico que prestó socorro a esta mujer de 19 años, a las puertas de su centro de trabajo, el Hospital Universitario de Ceuta.
Esta facultativo especialista en Aparato Digestivo proporcionó a la paciente insulina, le cogió una vía con todo el material puesto a su alcance por la naviera y le suministró suero. Chaaro resaltó la “buena disposición” de la tripulación de la naviera, “profesionales muy amables y competentes”, porque inmediatamente dieron acceso al botiquín y pudo iniciar el tratamiento.
Cuando empezó la atención, recordó Chaaro, “se sentía mal y aún faltaban 30 minutos para llegar a Ceuta”. No obstante, destacó, la ambulancia les esperaba en la zona de desembarco con los técnicos cuyo servicio también valoró la doctora. La familia de la diabética, señaló la especialista, en ningún momento perdió los nervios y colaboró en aquello que fue necesario. Ellos también respiraron tranquilos al comprobar que había una profesional sanitaria en el pasaje.
Hasta el lugar se desplazaron la ambulancia destinada para la Operación Paso del Estrecho (OPE) y otra medicalizada del 061. Una actuación que no concluyó al desembarcar en el Puerto de Ceuta. “De allí nos fuimos al Hospital Universitario. Yo le acompañé en la ambulancia porque, además, empezaba a trabajar y se acercaba la hora de comenzar la jornada”, comentó la galeno.
Ambas se han vuelto a ver después de este encuentro fortuito en el mar. La paciente permanece ingresada en el clínico de Loma Colmenar pero evoluciona “muy bien”. “Le he visto un par de veces y está rodeada de su familia”, apuntó.
Con modestia, Chaaro explicó que su papel consistió en dar a la afectada la atención básica y “nada fuera de lo común, es decir, que cualquier personal sanitario, médico o enfermero, hubiera tenido la misma actuación. Sin embargo, fue ella quien cruzaba el Estrecho en ese ferry y su actuación la que facilitó que el estado de salud de la usuaria llegase a buen puerto.
Es la primera vez que Chaaro se topa con una emergencia extrahospitalaria y su alegría es que no surgiesen complicaciones en el transcurso de esta primera atención que posibilitó que la chica esté hoy en buenas condiciones.
La sensación que guarda después de haber ayudado a esta personal es la grata satisfacción del deber cumplido porque, naturalmente, la chica salió adelante.
La doctora recomendó a los turistas, aprovechando el desarrollo de la OPE, que los pasajeros porten consigo un informe médico como llevaba esta paciente junto a su medicación. Y, sobre todo, tener cuidado con las descompensaciones de enfermedades crónicas que, con el viaje, pueden empeorar.