Quien piensa que la salud individual y pública no es lo prioritario en nuestra sociedad es quien cierra los ojos ante nuestro futuro, el futuro de nuestros mayores, el de nuestros hijos y en general el de todos los que vivimos en nuestras ciudades.
La salud ha de anteponerse a otros intereses, económicos, sociales, de ocio y todos hemos de concienciarnos de que cualquier actividad que desarrollemos ha de estar supeditada al bienestar y futuro de la sociedad y sin controlar la salud pública iremos a la ruina económica.
Estamos viendo como en nuestro país y en nuestra ciudad la situación sanitaria provocada por el Covid-19 se va de las manos cuando parecía que se estaba superando, estamos viendo situaciones de verdadera irresponsabilidad por parte de miles de personas que, no sólo ponen en riesgo su vida, sino que nos están conduciendo de nuevo a estar a la cabeza de contagios e ingresos hospitalarios y estas conductas no se pueden consentir ni permitir. Se hace necesario y urgente un control más efectivo por parte de las Autoridades, con sanciones ejemplares para todos aquellos que nos ponen en riesgo no respetando las normas que establecen los responsables sanitarios.
¿ Pero que piensan algunos? Estos individuos son verdaderos delincuentes de guante blanco, que están muriendo personas, que se están destrozando familias. Todos hemos de ser policías y guardias civiles y denunciar estas conductas donde quiera que se produzcan y los profesionales de la seguridad pública extremar el celo en la vigilancia del cumplimiento de las normas. Todos juntos podemos. Sabemos como se transmite este virus, sigamos los consejos y normas que nos dictan las Autoridades sanitarias. El bicho sigue ahí vivo.