La Asociación Salud Mental Ceuta,
Acefep, ha celebrado en la tarde de este jueves sus XV Jornadas del Día Mundial de la Salud Mental, que han comenzado con la intervención del especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, Julián Domínguez, quien ha abordado las relaciones entre la
salud mental y el
COVID-19. Durante su intervención, Domínguez ha explicado que a lo largo de la historia ha habido muchas epidemias y situaciones en las que llegaron a morir “cientos de miles de personas” y que en estos momentos “estamos en una situación muy parecida”. La diferencia es la inmediatez con la que se está dando todo y la información en directo. El posible impacto provocado por la pandemia y el confinamiento, ha explicado, ha afectado “de forma clara a la salud mental y al bienestar de la población”. “Las dimensiones y la rapidez con la que se ha desarrollado esta pandemia pueden haber desarrollado la capacidad de vulnerabilidad y el miedo a contagiarse, incluso entre los sanitarios”, ha explicado. El efecto directo de esa incertidumbre, según ha contado Domínguez, ha sido estudiado por la Revista Española de Salud Pública que publicaba una encuesta analizando el impacto, en la que se observaba que “casi uno de cada cuatro personas había tenido una experiencia moderada o grave relacionada con el impacto psicológico”. Incluso referían que tenían síntomas de deterioro de su salud mental y “una quinta parte de los participantes habría consumido tranquilizantes o somníferos”, lo que deja claro para Domínguez que “la gente evidentemente ha sufrido esta epidemia afectando a su salud mental”. “Ante esta situación mensajes pesimistas de algunos que dicen que no sabemos cómo vamos a salir de esta no ayudan. El optimismo es uno de los grandes aliados y en este momento más que nunca. Parece mentira que tengamos luchas políticas cuando deberíamos implicarnos en la lucha contra el virus, con la ilusión y basados en la confianza”, ha proseguido. En este sentido, el jede de Medicina Preventiva del HUCE ha animado a los ceutíes a “tomar conciencia de la actitud ante la crisis” puesto que “el pensamiento siempre es de que me tienen que hacer la prueba o darme la vacuna, cosa que no hay todavía”. “Lo que sí tenemos son condicionamientos sociales y obligaciones que si todos los tuviéramos en cuenta no nos iría tan mal como nos va, porque no cumplimos las normas de restringir nuestra movilidad e interacción social. La única manera de combatir al coronavirus es un ejercicio de humildad y responsabilidad con las obligaciones que todos tenemos. Tenemos que adaptarnos al cambio y seguir viviendo cumpliendo las normas que tenemos ahora”, ha proseguido. En este sentido, el especialista en Medicina Preventiva ha destacado que nos encontramos en “un nuevo paradigma” y hay que hacer una reflexión sobre “cómo se está desarrollando todo”. “Poder acabar con la pandemia, con los muertos diarios o con las graves secuelas que puedan tenerse no es tan complicado. Lo complicado es cumplir esas normas que no nos gustan a ninguno. Vislumbrar favorablemente el futuro desde el presente con optimismo y esperanza y así empezaremos a vencer la pandemia”, ha concluido.