El Gobierno central ha trasladado este jueves a la Península a un grupo de 68 residentes en el CETI. La mayoría de ellos formó parte de la entrada
masiva del pasado 26 de julio, en la que 602 subsaharianos saltaron la valla fronteriza en un choque que dejo heridos entre los guardias civiles y los inmigrantes. No obstante, ellos no han sido los primeros de este grupo en cruzar a Algeciras. “Llevo en Ceuta tres meses. Necesito suerte. Ahora estoy contento porque voy a la Península. Dejo a muchos amigos aquí. Muchas gracias a España, a Ceuta y a todo el mundo. 612”, ha manifestado un joven de Guinea Conakry antes de embarcar.
En la Estación Marítima han sido despedidos por activistas y por numerosos compañeros a los que les llegará su turno próximamente. Han vivido con júbilo estos momentos, aunque también se han derramado lágrimas porque sus caminos se separan. “En el CETI nosotros estamos bien porque comemos bien, dormimos bien… Nosotros nos queremos ir a la Península”, ha comentado uno de los integrantes de los 612, como ellos se hacen llamar, y que aún no ha recibido esa autorización que todos ansían.
Aparte del grupo masculino, también han viajado a Algeciras cuatro mujeres y una familia argelina, compuesta por una madre y su hijo, visiblemente emocionados. El destino ahora de estos 68 inmigrantes son los centros que gestionan las ONG en Andalucía y Madrid. Tras esta salida del CETI, un total de 852 personas permanecen acogidas en el centro del Jaral. El Gobierno central impulsa este proceso de traslados al otro lado del Estrecho para optimizar el nivel de ocupación de las instalaciones, cifrado en un máximo operativo de 512 plazas.