De nuevo el CETI ha dado los permisos de marcha a un amplio número de los subsaharianos, 80, que lograron pasar a Ceuta en la madrugada del 9 de diciembre, en una noche en la que se batieron todos los récords de entrada.
Entre los varones iba una única mujer a la que despidieron sus amigas, que tendrán que esperar otra oportunidad para ir a la península. También han logrado el pase cuatro tunecinos y un joven de Libia que llegaron hace pocos meses a Ceuta. Van a Madrid en donde tienen familia y amigos. El resto irá a distintos puntos del sur en donde serán inicialmente acogidos por oenegés.
El miedo, la desesperanza, lo duro del camino da paso ahora a la posibilidad de tener un futuro al otro lado del Estrecho. Los argelinos del CETI siguen teniendo vetada su marcha pero insisten en acudir a la estación marítima para despedir a sus compañeros.