El acuartelamiento de García Aldave, en Ceuta, ha acogido un acto de
Sábado Legionario enmarcado en la celebración del
V Encuentro Nacional de Hermandades Cristianas vinculadas a la Legión que ha sido presidido por el
comandante general, Marcos Llago Navarro. Ha contado con la participación de la Escuadra de gastadores del Tercio Duque de Alba II de La Legión, el mando y plana mayor del Tercio, la banda de cornetas y tambores, la Unidad de Música de la Comandancia y la Bandera Cristo de Lepanto además de la compañía del Tercio. Tras rendir honores a la autoridad, ha tenido lugar la entrega de menciones honoríficas y la del trofeo Duque de Alba, para dar paso a la alocución del coronel jefe del Tercio Zacarías Hernández Calvo. No se ha olvidado de dos legionarios fallecidos recientemente, Neil Gavalda Macías, de la XIX Bandera de Operaciones Especiales de la Legión, muerto en acto de servicio
y la dama legionaria Nayra Solero, del Tercio Duque de Alba, “que nos enseñó cómo los legionarios saben mirar de frente a la muerte”. En su discurso se ha referido a aquellos tiempos en los que la Legión, por vez primera, acogió a un grupo de
cofrades, como ha sucedido hoy. “Corría el año 1930 cuando por primera vez acogió a un grupo de cofrades. Como diría el entonces jefe del Tercio, el coronel Liniers, para expresarles nuestra gratitud por tanto cariño, aplausos y vítores que a nuestro paso en las calles se habían prodigado. Era el inicio del vínculo que llega con fuerza hasta nuestros días”.
El cariño y la vinculación de los cofrades con la Legión
Ceuta, Cuna de la Legión, vuelve a repetir esta acogida siendo una muestra de agradecimiento al cariño que los legionarios encuentran cada vez que se trasladan a la Península para participar en cualquier acto. “Cada año, la puesta en escena por las calles de vuestros pueblos y ciudades tiene un sabor especial, momentos únicos que se graban en el alma con el acompañamiento que de vuestros titulares realiza la Legión, que no falta a su cita ineludible con su Cristo”, ha expresado Hernández. “Es una mezcla que se ha convertido en algo consustancial a vuestras Hermandades y a la Legión. Forma para siempre parte del mito, rito, ética y estética de la Legión, haciendo difícil entendernos a los unos sin los otros. Que nos marca a todos con un sello de grandeza, con la voluntad única de acción para mantener estas señas de identidad tan peculiares e irrenunciables que nos unen”.
La Legión y el culto a la muerte
El coronel jefe del Tercio ha hecho mención en su discurso a los más de 100 años de historia y a la vinculación, en esa mística especial, que tiene la Legión con el “culto a la muerte”, “no siempre bien comprendida”. “En la idea que el legionario tiene de la muerte puede condensare el conjunto de su psicología y actitud ante la vida. Porque una de las cosas que más y mejor definen a los hombre es su relación con la muerte. La muerte constituye el máximo enigma de la condición humana, el fin del hombre, la única certeza que poseemos de nuestro futuro y que nos obliga a tomar postura ante ella. Allí donde la muerte es vivida como cumplimiento de la existencia o como destino aceptado, la muerte es esperanza”. “Al igual que Jesús cae en tierra en su pasión y muerte, como el grano de trigo, pero reaparece y da fruto en su resurrección, para el legionario caer en tierra y morir será no solo el camino para dar fruto, sino para salvar la propia vida, el camino para seguir viviendo, para que brote una vida nueva y se abra un horizonte de eternidad”, ha proseguido el coronel. “Para el legionario el modo mejor y santo de preparar la muerte es amar la vida como un don de Dios, nuestro Credo nos impulsa a salvar la tentación de la mediocridad insoportable, espantarnos de la tibieza, apartarnos de la vulgaridad que asedia los días del hombre. Nos infunde la convicción de que la vida, es en efecto, lucha; la lucha por imponer a la realidad circundante una forma buena, una manera de ser excelente. El legionario cree ciegamente en la virtud y eficacia inmediata de su propia voluntad y esforzada resolución para transformar las cosas”.
“El legionario fía fundamentalmente en Dios. Por eso es paladín de grandes causas; por eso menosprecia la mezquindad y cultiva la grandeza; por eso antepone el arrojo a la timidez y la resolución heroica a la lenta ejecución prudente, por eso, en suma, quiere en todo momento hacer él la vida y la historia. El legionario tiene esa valentía de los que van a la lucha y a la muerte sostenidos por una idea, una convicción, la adhesión a una causa. Saben bien lo que sacrifican, pero también por qué lo sacrifican”.
El ejemplo del páter Fernando Huidobro
No se ha olvidado el coronel de la figura del páter Fernando Huidobro, “ejemplo cristiano y legionario”, que “siempre iba en primera línea” acudiendo a los lugares “más expuestos y conversaba con los centinelas en las mismas trincheras de la vanguardia”. “Su valentía y firme determinación de realizar su labor de la manera más cristiana posible, le obligaba a auxiliar a sus legionarios y a todo aquel que lo necesitara. Saltaba si era necesario a la peligrosa tierra de nadie para auxiliar a los malheridos que hubieran quedado en ella, sin distinción de bando”, ha recordado. “La vida heroica y santa del padre de la Compañía de Jesús Fernando Huidobro Polanco, capellán de la IV Bandera, quedaría segada en aquel día, segundo de la Pascua de Resurrección, aquel domingo, día del Buen Pastor. Su proceso de beatificación y santificación, reabierto en 2020, continúa su curso con nuevos bríos en Roma. Ruego a todos a que eleven sus plegarias al Señor para que se cumpla su santa voluntad en este asunto, de tanta importancia y trascendencia para su mayor gloria y exaltación de la Iglesia y de La Legión”.
Homenaje a los que dieron su vida por España
Tras la alocución del coronel ha tenido lugar el homenaje a los que dieron su vida por España. La corona ha sido colocada por el presidente de la asociación de hermandades vinculadas a la Legión y el hermano mayor de la Hermandad del Nazareno, del Encuentro de Ceuta. Con el himno de la Legión y el desfile de la fuerza se ha puesto el punto y final a este acto que ha tenido la singularidad de contar con la mayor presencia de los cofrades que pasan este fin de semana en nuestra ciudad.