Es la ruta al revés. Porque en tiempos de
coronavirus nada se entiende, el orden desaparece, todo es caótico. Tanto que las fronteras se entienden del contrario: los marroquíes buscan la huida, pero no de Marruecos hacia Ceuta, sino al revés. Quieren regresar a su país porque un 13 de marzo el rey Mohamed VI decidió que había que cerrar la frontera en 24 horas y ellos, ajenos a todo, se quedaron bloqueados en nuestra ciudad. Esta es la historia de una nueva fuga a la desesperada que ha sido abortada por la Guardia Civil. Un grupo de transfronterizos que había huido del pabellón de La Libertad intentaba, en la noche del sábado, arrojarse a las aguas de la playa del Tarajal para, bordeando el espigón, regresar a su país, donde les esperan sus familiares para celebrar este mes sagrado de Ramadán. La Benemérita lo impidió y procedió a interceptarlos y proceder a su traslado al pabellón, momento que ha quedado reflejado en el vídeo que puede ver en www.elfarodeceuta.es.
En este caso no lograron su meta, pero una decena de marroquíes transfronterizos ya lo ha conseguido lo que anima a otros a repetir esta odisea, peligrosa pero erigida en única alternativa posible.
La vida en 'La Libertad' es una odisea para este grupo de personas que solo quieren volver a Marruecos porque allí tienen a sus familias. Son trabajadores que quedaron bloqueados y cuya angustia aumenta en estos días de confinamiento. Días en los que han perdido a familiares cercanos que han muerto en su país y a los que no han podido siquiera despedir; días en los que han dejado de ver a sus esposas e hijos, a los que ni siquiera pueden mantener económicamente. El resto de acogidos en el pabellón son inmigrantes de las escolleras que no quieren regresar a su país ya que su interés pasa, como ha pasado siempre, por colarse en algún barco que los traslade a la Península.