Parecía que la estampa habitual de ver a buques de la Armada rusa de nuevo en el
puerto de Ceuta volvería a darse pero finalmente no ha sido así. La escala del buque antisubmarino Viceadmiral Kulako y el barco Altai estaba prevista y autorizada por el Ministerio de Defensa español del 18 al 20 de este mismo mes, sin embargo, la misma fue rechazada por el Ministerio de Exteriores. “Con perplejidad nos enteramos de la negativa de las autoridades españolas a dar permiso para que los buques de la
Flota del Norte de la Armada Rusa entren en el Puerto de Ceuta”, afirmó la portavoz de la cancillería rusa María Zajarova, citada en un comunicado.
Esta decisión ha generado reacciones de todo tipo, sobre todo por parte de la propia Rusia, que acusa a España de “rusofobia” y ve con perplejidad la decisión de la negativa española a permitir repostar a sus barcos en Ceuta, destino habitual para este fin de la Armada Rusa,
que se vio suspendida en seco, a mediados de 2019. Esta decisión ha advertido el propio Gobierno ruso en un comunicado, contradice el “espíritu de la declaración de Asociación Estratégica firmada entre los dos países en 2009”.
Aclara el Ministerio de Asuntos Exteriores español que solicitó a sus interlocutores rusos información detallada acerca del destino de los barcos una vez finalizada la escala en la ciudad autónoma, datos que no fueron facilitados, según publicó el diario El Confidencial. Sin embargo, fuentes del Ministerio español confirmaron a la agencia rusa Sputnik que la escala de avituallamiento se negó a ambos barcos al carecer estos de la documentación pertinente para atracar, hecho éste desmentido por la embajada de Rusia en España, que insiste en que hizo llegar la información necesaria para que los buques pudieran realizar el trámite solicitado en el puerto ceutí con normalidad.
Presiones de la OTAN
No es la primera vez que se producen encontronazos entre España y Rusia cuando –tras presiones de países alineados con la OTAN, especialmente Reino Unido y Estados Unidos- se tomó la decisión de suspender los atraques de los barcos rusos en el puerto de Ceuta.
Ahora, las declaraciones desde Rusia se suceden de forma airada, más desde el abandono de las tropas internacionales de Afganistán y la relevancia que toman ahora países como China o la propia Rusia en la zona: “Es posible que ahora inflen esta noticia en España y otros países occidentales en general, para hacer creer que la OTAN tiene todavía influencia pese a su fracaso en Afganistán. No es la primera vez que tratan de mostrar que la Armada rusa lo tendrá complicado sin escalas en Ceuta, pero es así”, replica Mijail Nenashev, presidente del Movimiento de Apoyo a la Flota, quien añade que los marineros podrán descansar en el puerto sirio de Tartus, contando, además, con que Argelia y Egipto aceptan normalmente, la llegada de los barcos rusos a sus puertos. No en vano, uno de los motivos de este freno a las paradas de los buques rusos en Ceuta era la posible participación de los mismos en la guerra de Siria en apoyo del régimen de Bashar Al-Assad, bando opuesto al apoyado por Estados Unidos y sus socios.
Aunque España forme parte de la OTAN, la alianza militar de los países del Atlántico Norte no tienen amparada a las ciudades españolas de Ceuta y Melilla según el artículo V de defensa colectiva, sin embargo, algunos analistas sí creen que están implícitamente contempladas en el articulo IV en tanto que permite consultas al resto de países miembros si hay territorios excluidos que se pudieran ver soliviantados en su integridad territorial o amenazados. Y es en este punto al que se aferra la OTAN para presionar respecto a estas escalas a fin de que Ceuta se mantenga al margen de un apoyo que se considera “logístico” a Rusia y sus barcos.
Las llegadas de los buques de la Armada Rusa a Ceuta se convirtió en habitual entre 2010 y 2016, cuando se vieron suspendidas, suponiendo estos atraques una importante aportación económica de la ciudad, tanto por el avituallamiento como por la actividad generada por los propios tripulantes de los buques. En estos seis años que distan desde 2010 a 2016, se contabilizaron 60 escalas de barcos de la Armada Rusa que portaban a más de 10.000 tripulantes a bordo. En 2018 volvieron a reanudarse estas visitas que se siguieron produciendo hasta agosto de 2019, cuando las tensiones políticas comenzaron a limitar el estacionamiento de buques rusos en el puerto de Ceuta.