Ruido de sables en Daoíz

Ser compañeros de Ejecutiva no debe de ser bálsamo suficiente para amortiguar las embestidas cuando lo que se dirime es la conquista del poder.

Eso es, al menos, lo que parece haber aflorado en los apenas cinco días transcurridos desde que Manuel Hernández y Pablo Núñez levantaran sus cartas y ambos anunciaran que optan a la Secretaría General del PSOE, el timón del partido que deja libre José Antonio Carracao tras su repentino adiós y que, pese a todo, sostendrá hasta el congreso extraordinario del 25 de julio. Ese día tomará el relevo del partido uno de los dos –salvo que el periodo de candidaturas destape a algún otro invitado a las primarias– en un proceso de final no escrito pero de inicio convulso. Del primer arreón entre los dos aspirantes tiene la culpa el penúltimo párrafo de la carta de folio y medio con la que Núñez pedía el jueves apoyo a los algo más de 200 afiliados con derecho a decidir el 12 de julio: “Quiero explicarte nuestra visión, pedirte el  aval que nos dará la posibilidad de participar en este proceso y si te identificas, tu implicación y tu voto”. Las tres últimas palabras desataron la reacción del otro candidato, el diputado y portavoz del Grupo Socialista en la Asamblea, Manuel Hernández, que no dudó en hablar de “juego sucio” por parte de su compañero pero ya contrincante. El calendario del partido para la renovación de su dirección permite desde el día 18, y hasta el sábado 27, sumar los avales que garanticen la candidatura, pero no el voto. Y Núñez, por desliz o intención implícita, lo hacía en el colofón a la frase. El entorno del que es nueva voz del PSOE en la Asamblea no tardó en reaccionar. A las acusaciones de trampas subterráneas se sumaron las de quienes señalaban al aparato del partido por la supuesta filtración del censo de militantes antes de tiempo. Núñez reaccionó ayer a través de una nota colgada en su perfil de Facebook. En los comentarios anteriores de la misma red social, la alusión directa al voto había desaparecido ya para frenar la controversia. Consciente del error, el secretario de Política Social volvió a utilizar ayer Facebook. “Es cierto. Pedí el voto fuera del periodo reglamentario. Vaya por delante mis disculpas y de mi equipo, rogando a quien le afecte tenga por no hecha esa petición en concreto. Mantengo, sin embargo, el resto del contenido de mi mensaje”, detallaba. A continuación, mensaje para navegantes: “Voy a darme por no enterado de la otra cuestión que me imputa pues es grave y por supuesto no ajustada a la verdad”. La llamada a la calma –“no estamos para tirarnos piedras al tejado propio”– no ocultaba, pese a todo, un reproche hacia la candidatura que le disputa la Secretaría. “Sorprende, tras más de 4 años juntos en la Ejecutiva, no haber recibido una llamada por parte de Manuel [Hernández] al respecto. Voy a ocuparme de estrechar aun más si cabe el contacto con nuestro compañero al objeto de resolver cualquier duda o incidencia en relación a este proceso”, añadía Núñez. La carrera de ambos hacía el día 12 será larga y ya tiene primer escollo.

Carracao relega a “sandeces” la acusación de que apoya a Núñez

José Antonio Carracao rompió ayer su silencio para atacar a quienes le acusan, abiertamente, de defender y apoyar la candidatura de Pablo Núñez. “Por qué no dejarán algunos de decir sandeces y exhibir sus ignorancias e ínfulas por aquí y en la calle, afirmando que manejo y estoy detrás de la candidatura de mi compañero Pablo Núñez”, protestó a través de Facebook. “Por supuesto que no estoy detrás de su decisión, ni estoy en la sombra porque nunca he estado ahí, decirlo no es atacarme a mí (que eso me da exactamente igual) sino a él y no es justo permitirlo con mi silencio”, añadía el comentario. El aún secretario general claraba que “ninguno de ellos está bajo mi influencia” y matizaba que “tampoco es cierto que la candidatura de mi compañero Manuel Hernández sea una ruptura con lo anterior, aunque a algunos les pueda interesar ese planteamiento”. Ningunos de los dos candidatos están bajo mi influencia, ni mía ni de nadie, ninguno de los dos candidatos son una ruptura con lo anterior sino dos nuevas propuestas para seguir construyendo, los dos candidatos representan, han de representar, una etapa nueva, de la que estoy convencido será mejor. La noticia es que tenemos dos magníficos candidatos, que nadie pierda de vista eso, y no permitir que la noticia la pongan en otro sitio donde nunca ha estado ni estará.