Rubalcaba comienza mintiendo a los españoles

Este pasado fin de semana, el candidato del Partido Socialista Obrero Español, Alfredo Pérez Rubalcaba se jactaba de tener la solución contra el paro,  asegurando que tiene la receta para sacar a España de la recesión, insiste en atacar a la banca y en defender a los 'indignados de 15M'. Lleva ocho años en el Gobierno que ha generado un número de parados que roza los cinco millones, y ahora nos quiere convencer de que tiene las soluciones para los problemas de los españoles, ¿que ha estado haciendo durante estos ocho años en el gobierno acompañando a Zapatero?, al final confirmaremos que Rubalcaba es el cáncer de Zapatero y de esta país. Esta es la tarjeta de presentación del que aspira a ser presidente del gobierno.
Alfredo Pérez Rubalcaba en su gira como candidato a presidente, pero ostentando aún los cargos de vicepresidente primero y ministro del Interior, no tuvo empacho en asegurar ante la militancia gallega: "Sabemos lo que tenemos que hacer para crear empleo". Rubalcaba, que en una entrevista en El País se intenta separar del legado de José Luis Rodríguez Zapatero asegurando que han trabajado "juntos" pero que "son distintos", ha pasado en menos de 24 horas de atacar a la banca a prometer la recuperación, todo ello con guiños constantes al movimiento 15-M. El vicepresidente primero del Gobierno Alfredo Pérez Rubalcaba tampoco dudó en afirmar que su programa electoral será "ejecutable" y contendrá medidas que "todo el mundo vea que se pueden llevar a la práctica" para "resolver el gran problema que tienen los españoles, que es el empleo". En esta línea, remarcó que "ahora" hay que hacer "cosas distintas a las que se hicieron hace unos años" y tomar "una senda distinta" para incentivar la recuperación económica. Las referencias a los denominados "indignados" también fueron una constante: "Soy de los que pienso que cuando los ciudadanos se quejan de los políticos, de lo que se quejan es de una determinada forma de hacer política". Al final Alfredo Pérez Rubalcaba se presentara con las siglas del PP, ya que sus declaraciones contradicen totalmente el proyecto político defendido el Partido Socialista Obrero Español.
El tiempo apremia porque España necesita un gobierno nuevo en un tiempo nuevo. Zapatero es el presidente que ha recibido la mejor herencia económica de la democracia y será el que deje la peor herencia de la democracia. Se han destruido dos millones doscientos cincuenta mil puestos de trabajo. El desempleo ha aumentado en dos millones setecientos treinta y seis mil parados. Los afiliados a la seguridad social se han reducido en más de un millón setecientos mil. Han desaparecido más de trescientos mil trabajadores autónomos. Han desaparecido ciento cincuenta y cinco mil empresas inscritas en la Seguridad Social.
Es un contrasentido que hable de política social el Gobierno de un país que se desangra por el paro y por la deuda. El gobierno socialista arruina a centenares de miles de pequeñas empresas y autónomos, reduce la capacidad adquisitiva a los pensionistas, el sueldo a los funcionarios y suprime prestaciones sociales tan pronto como pierden su eficacia publicitaria y electoral. Cuando sube el paro, ha bajado el porcentaje de los que reciben algún tipo de prestación por desempleo casi diez puntos.
Son necesarias las reformas, pero hay que hacerlas de verdad. Zapatero es incapaz de hacer las reformas necesarias porque ni su pasado le avala, ni cuenta con la confianza indispensable, ni hay motivos para esperar que las cosas cambien. Es muy difícil que las haga quien presenta unos simples retales como si se tratara de grandes conquistas. Es imposible que complete las reformas quien ni siquiera tiene conciencia de que están incompletas.
La cuestión es si hemos de prolongar este calvario o debemos buscar la única solución eficaz adelantando las elecciones. Zapatero tiene la facultad de convocarlas, pero también la responsabilidad de no hacerlo. Cuanto más días se dejen pasar, tendremos más paro, más deuda, más dificultades, más desánimo. Lo que necesita España y reclaman los españoles, es que se abran las urnas y que los ciudadanos puedan escoger no tanto quién les gobierna, sino a quién trasladan esa confianza que este gobierno ha malgastado.
El presidente socialista no ha explicado por qué si todo va tan bien como dice, todos los españoles piensan que va tan mal. 8 de cada 10 españoles dicen que la situación económica es “mala o muy mala” y 7 de cada de 10, que el año que viene irá peor. Zapatero demuestra que vive fuera de la realidad y que ya no sabe lo que pasa fuera de La Moncloa. Zapatero presume de sus viajes a China, Kazajistán y Rusia, pero se nota que no ha viajado por España para ver cómo viven los españoles y entender por qué no le han votado el pasado 22 de mayo.
Zapatero no ha explicado por qué los únicos datos económicos positivos dependen del exterior mientras que los que dependen del gobierno siguen siendo negativos. Zapatero admite que la demanda interna no crece y seguimos estancados, pero intenta presumir de los datos del turismo que dependen de factores internacionales, como la recuperación de otros países y la inestabilidad política de países competidores en turismo.
Y con todo esto Alfredo Pérez Rubalcaba nos quiere engañar diciendo que Zapatero y él están  "juntos" pero que "son distintos".