RUB-AL-KABA, el Talibán Progresista

D. Alfredo ya está perfilado como candidato a presidenciable por el PSOE en las próximas elecciones generales que visto lo visto cuanto antes sean mejor que mejor. El día 9 de Julio se dio un baño de multitudes en Madrid, exactamente de 1500, ni uno más ni uno menos. Imagino que todos los representantes socialistas de las federaciones y por supuesto ministros, diputados, senadores y demás. Y algunos autobuses de “relleno” que también. Pero ese día también estuvieron casi a las puertas del Palacio de Congresos unos “indignados” ciudadanos como todos, eso sí, hasta que algún listo o lista con mando en el todavía gobierno socialista decida lo contrario, porque visto lo visto son capaces de modificar la Constitución por vía de apremio. Esos indignados eran un grupo de guardias civiles (miembros de la Asociación Unificada de Guardias Civiles) alejados, bastante alejados por el cordón de seguridad policial ordenado supongo que por la larga sombra de D. Alfredo. Indignó y mucho a ese grupo de guardias civiles maniobra tan burda y cobarde; se pensaría D. Alfredo que los guardias civiles serían capaces de reventarle su acto glorioso, pero una vez más se equivoca: los indignados de verde si son ciudadanos coherentes, respetuosos, eso sí “indignados” muy indignados, entre otras cosas porque una vez más los pusieron por debajo que a los propios terroristas y sus adláteres. Porqué estaban allí, pues porque PSOE y el Partido Popular (no nos olvidemos tampoco) han pactado ahogar definitivamente a los guardias civiles. El Partido Socialista será “el primer partido progresista” en restringir derechos fundamentales a los guardias civiles que por cierto son ciudadanos españoles. Ambos partidos se dan la mano sin pudor para presentar por la puerta trasera del Senado una enmienda al Proyecto de Ley de contratos del Sector Público en los ámbitos de la Defensa y de la Seguridad que pretende derogar el apartado 1 del artículo 8 de la Ley Orgánica 11/2007, de 22 de octubre, reguladora de los derechos y deberes de los miembros de la Guardia Civil, o lo que es lo mismo, cargarse el derecho de manifestación y reunión de los guardias civiles, algo que por cierto no ha resultado ni gratis ni corto en el tiempo. Este derecho ha sido ganado en los Tribunales de Justicia porque este gobierno que se dice progresista siempre ha intentando prohibir las manifestaciones convocadas por AUGC y siempre le ha salido el tiro por la culata. Pero siguen y siguen, tienen una obsesión enfermiza con los guardias civiles pero no tienen ningún rubor en seguir traicionando los principios de su partido: “El Partido Socialista Obrero Español, con más de 130 años de historia, es una organización política de la clase trabajadora y de los hombres y mujeres que luchan contra todo tipo de explotación, aspirando a transformar la sociedad para convertirla en una sociedad libre, igualitaria, solidaria y en paz que lucha por el progreso de los pueblos. Nuestra razón de ser es la de contribuir a alcanzar una sociedad mejor, detectando los problemas y aportando soluciones, sobre la base de los principios de libertad, igualdad, solidaridad y justicia social…”. Hay que ver la desvergüenza que se gastan y el miedo que todavía tienen a las altas jerarquías de la Guardia Civil un auténtico “bunker” que disfraza con demagogia barata su pretensión de mantener unos privilegios impropios de nuestro siglo XXI. El Gobierno cede y se hace cómplice de aquellos que añoran tiempos pasados. Se equivoca gravemente, y el PP que tome nota, puesto que una Guardia Civil moderna y eficaz no está reñida con el disfrute de los mismos derechos de aquellos que realizan idénticas funciones, como el Cuerpo Nacional de Policía. El 9 de julio alzó el vuelo el “faisán” hacia el nido electoral, yo le deseo lo mejor sobre todo en lo personal pero que tenga claro que enfrente va a tener no a los pocos que estuvimos allí el día de su despegue, sino a una organización de más de 31.000 guardias civiles, familiares, miles de ciudadanos y organizaciones que nos apoyan y nos dan la razón. Si pensaba D. Alfredo acabar con las manifestaciones de los “indignados de verde” es que no es tan listo como yo creía y eso que se ha “comido” dos. Salud, camarada